Guillermo Solís Rivera: gestión desastrosa desencanta al electorado costarricense - TicoVisión
Luis Guillermo Solís Rivera pasará a la historia como el presidente que mató la ilusión de los costarricenses, sí, su anuncio de ser un gobierno para el cambio fue bien recibido, por eso en las urnas...
Guillermo Solís Rivera:
gestión desastrosa desencanta al electorado costarricense
Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *
Escritor
El recuento de los daños.
Gobernar es un saber buscar consensos, no olvidar nunca las promesas de campaña, tener una visión del marco institucional que rige el país, es tener a mano el plan del gobierno y la distribución de tareas prioritarias de ejecución inmediata. Tarea inmediata lo ocupa la organización de los jerarcas de las instituciones y la organización del equipo de gobierno.
Luis Guillermo Solís perdió la oportunidad histórica de haberse abierto más hacia el Frente Amplio e incorporando fuerzas progresistas dentro de su gabinete, pero digamos que esta era una opción para un estadista, no para un político de poca monta, visión de país y visión de futuro para liquidar de una vez por todas el bipartidismo y dejar la mesa servida para nuevas alianzas gubernativas.
Un gobierno chato para un país enredado.
Es público y notorio que es muy difícil salir de las aulas universitarias a gobernar, aunque ya algunos en el pasado lo habían realizado con éxito, como el caso de José Joaquín Trejos Fernández. Al parecer Luis Guillermo no quiso darle un nuevo rumbo al país, dejó perder la oportunidad de re-orientar la vida política de Costa Rica y superar los viejos partidos cuyos cascarones se desmoronan día con día, elección tras elección. Fue y será un presidente más, y aunque es formado en la ciencia política parece que los manuales consultados no tenían la poción mágica que lo llevara a gobernar con sabiduría.
Gobernar es un saber buscar consensos, no olvidar nunca las promesas de campaña, tener una visión del marco institucional que rige el país, es tener a mano el plan del gobierno y la distribución de tareas prioritarias de ejecución inmediata. Tarea inmediata lo ocupa la organización de los jerarcas de las instituciones y la organización del equipo de gobierno.
Luis Guillermo Solís perdió la oportunidad histórica de haberse abierto más hacia el Frente Amplio e incorporando fuerzas progresistas dentro de su gabinete, pero digamos que esta era una opción para un estadista, no para un político de poca monta, visión de país y visión de futuro para liquidar de una vez por todas el bipartidismo y dejar la mesa servida para nuevas alianzas gubernativas.
Un gobierno chato para un país enredado.
Es público y notorio que es muy difícil salir de las aulas universitarias a gobernar, aunque ya algunos en el pasado lo habían realizado con éxito, como el caso de José Joaquín Trejos Fernández. Al parecer Luis Guillermo no quiso darle un nuevo rumbo al país, dejó perder la oportunidad de re-orientar la vida política de Costa Rica y superar los viejos partidos cuyos cascarones se desmoronan día con día, elección tras elección. Fue y será un presidente más, y aunque es formado en la ciencia política parece que los manuales consultados no tenían la poción mágica que lo llevara a gobernar con sabiduría.
Un gabinete de inexpertos, los errores se han venido sumando, desde cosas simples como la no realización de actividades en agenda desde años atrás, al incumplimiento de promesas, un estilo anodino, confuso, de muy mala comunicación entre gobierno y gabinete- gabinete partidos políticos y pueblo en general. Muy pronto se percato de la soledad del poder y terminó encerrándose en la frágil casa de vidrio donde ha sido críticado por todos los bandos y partidos.
Sin visión, sin programas, sin equipo de gobierno le ha hecho imposible marcar el derrotero y estilo de su gestión. Un gobierno que no resuelve, un gobierno que dice una cosa y luego hace otra diferente a lo anunciado, lo que deja en evidencia una total descoordinación de las instancias de gobierno.
Como presidente, no ha sabido tener un acercamiento con el congreso y los resultados están a la vista, ya para el segundo año, gobierna con una Asamblea Legislativa en contra y las balas salen de todo lado, su propio partido que lo propuso ha cuestionado su estilo de gobierno.
Pero el mayor daño lo ha recibido el pueblo de costa rica.
Uno podría escribir un libro de las malas prácticas en el ejercicio del poder, de promesas incumplidas, de contradicciones en la toma de decisiones, pero creo que el mayor daño ha sido otro.
Luis Guillermo Solís Rivera pasará a la historia como el presidente que mató la ilusión de los costarricenses, sí, su anuncio de ser un gobierno para el cambio fue bien recibido, por eso en las urnas las gente le dejó un mensaje, y ese mensaje fue claro y diáfano: el pueblo le expreso “vamos por el cambio”, sí, era romper con ese estilo de hacer política que habían inaugurado los gobiernos después de los programas de Ajuste estructural, los famosos PAES y luego los TLC, firmados por los gobiernos neoliberales. Usted no entendió el mensaje, sus oídos han permanecido sordos al clamor popular.
El pueblo desfallece las tasas de empleo, y subempleo crecen, los empresarios abandonan el país, los jóvenes no ven futuro en la patria que los vio nacer y usted sigue cruzado de brazos con discursos grandilocuentes que ya no comunican nada.
Usted nos ha llenado de desesperanza, de desencanto por la vida política, nos ha llevado a la total incredulidad, y sigue usted montado en avión de un lado para otro, evadiendo las responsabilidades de ser el guía de este país.
El recuento de los daños económicos, sociales, morales y políticos es inmenso y se traducen en el desencanto democrático, usted le mató la ilusión a un pueblo, a los jóvenes, y a toda una nación. Me da tristeza por mi país, nos lleva usted al punto de la total incredibilidad, en el punto donde la política se convierte en una actividad detestable y donde los gobernantes nos hastían, nos abruman y donde el panorama se tiñe de gris para todos.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
Sin visión, sin programas, sin equipo de gobierno le ha hecho imposible marcar el derrotero y estilo de su gestión. Un gobierno que no resuelve, un gobierno que dice una cosa y luego hace otra diferente a lo anunciado, lo que deja en evidencia una total descoordinación de las instancias de gobierno.
Como presidente, no ha sabido tener un acercamiento con el congreso y los resultados están a la vista, ya para el segundo año, gobierna con una Asamblea Legislativa en contra y las balas salen de todo lado, su propio partido que lo propuso ha cuestionado su estilo de gobierno.
Pero el mayor daño lo ha recibido el pueblo de costa rica.
Uno podría escribir un libro de las malas prácticas en el ejercicio del poder, de promesas incumplidas, de contradicciones en la toma de decisiones, pero creo que el mayor daño ha sido otro.
Luis Guillermo Solís Rivera pasará a la historia como el presidente que mató la ilusión de los costarricenses, sí, su anuncio de ser un gobierno para el cambio fue bien recibido, por eso en las urnas las gente le dejó un mensaje, y ese mensaje fue claro y diáfano: el pueblo le expreso “vamos por el cambio”, sí, era romper con ese estilo de hacer política que habían inaugurado los gobiernos después de los programas de Ajuste estructural, los famosos PAES y luego los TLC, firmados por los gobiernos neoliberales. Usted no entendió el mensaje, sus oídos han permanecido sordos al clamor popular.
El pueblo desfallece las tasas de empleo, y subempleo crecen, los empresarios abandonan el país, los jóvenes no ven futuro en la patria que los vio nacer y usted sigue cruzado de brazos con discursos grandilocuentes que ya no comunican nada.
Usted nos ha llenado de desesperanza, de desencanto por la vida política, nos ha llevado a la total incredulidad, y sigue usted montado en avión de un lado para otro, evadiendo las responsabilidades de ser el guía de este país.
El recuento de los daños económicos, sociales, morales y políticos es inmenso y se traducen en el desencanto democrático, usted le mató la ilusión a un pueblo, a los jóvenes, y a toda una nación. Me da tristeza por mi país, nos lleva usted al punto de la total incredibilidad, en el punto donde la política se convierte en una actividad detestable y donde los gobernantes nos hastían, nos abruman y donde el panorama se tiñe de gris para todos.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
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