Redacción.- Desde hace ocho meses Panamá y Nicaragua pueden intercambiar bienes con impuestos bajos o nulos, pero hasta la fecha esta ventaja no ha hecho ninguna diferencia en la relación comercial de ambos países.

Las preferencias aranceles entre las dos naciones quedaron pactadas en un protocolo que sirvió de marco para la firma del tratado de libre comercio con Centroamérica. En este documento se establecieron cantidades específicas de productos que podían entrar libres de impuestos a ambos países como la carne bovina y porcina, cebolla y chalotes, café, salsa de tomate y ketchup .

En el acuerdo se pactaron polémicos contingentes, como es el caso del ingreso de mil 500 toneladas métricas de carne nicaragüense a cero arancel, que para fortuna de los productores locales no se vendió.

Se declararon desiertas seis rondas bursátiles en las que se deberían haber registrado la subasta de productos que entrarían en ambas vías a mejor precio, según el Ministerio de Desarrollo Agropecuario.

Parte del problema es que los nicaragüenses no quieren negociar en la bolsa, sino vender sus productos directamente a los comerciantes, con lo que lograrían un precio sin tener que pasar por la puja y repuja que harían los interesados en Panamá.

Para promover la exportación en el mercado panameño vendrá desde este lunes 16 hasta el viernes 20 una misión comercial de más de 20 productores nicaragüenses de diversos sectores junto a su ministro de Fomento Industrial y Comercio, Orlando Solórzano. No se descarta que el funcionario se haga eco de las solicitudes de sus productores que piden renegociar el acuerdo y eliminar el sistema bursátil para adjudicar las mercancías.