El Salvador ha dado un importante paso en la reducción de la transmisión vertical del VIH/Sida, es decir, de madre a hijo, sin embargo, un estudio reciente, realizado por el hospital de Maternidad en colaboración con la Universidad Matías Delgado, establece que una buena parte de estos niños que nacen libres del virus quedan huérfanos en los primeros cinco años de vida.
El año pasado, los médicos desarrollaron la tarea de darle seguimiento a 31 mujeres que dieron a luz entre 2004 y 2005 y que recibieron terapia antirretroviral, encontraron que solo el 46 por ciento de las madres estaba viva.

El informe detalla que uno de cada tres hijos de madres VIH positivas es huérfano y que el 58.8 por ciento de los menores se encuentran bajo la custodia de los abuelos, el 29.5 por ciento con los tíos, en el resto de los casos no se pudo establecer.

"El trabajo nos demuestra que las mujeres cuando se van de aquí (del hospital), a los cinco años el 54 por ciento fallece porque abandonan los medicamentos, no llegan a recibir la terapia", manifestó Ana Elizabeth Rodríguez de Viana, encargada del programa de prevención de la transmisión vertical de Maternidad.

De los 32 hijos de las madres investigadas, ninguno nació con la enfermedad, uno murió por otra causa y otro está fuera del país.

En 2001 se registraron 142 niños infectados, en ese año se puso en marcha una serie de medidas para reducir la cantidad de infantes que nacían con el virus, entre ellas la toma de pruebas a embarazadas, terapia antirretroviral, cesárea programada y la no lactancia. A partir de ahí se tuvo una reducción significativa de los casos, en 2006 fueron 17 en Maternidad; el año pasado, ninguno.

Pese a los avances, Rodríguez de Viana dijo que se debe trabajar para lograr que las pacientes después de dar a luz continúen el tratamiento. "Nosotros no podemos decir que tenemos éxito en la prevención de la transmisión vertical si realmente lo que estamos teniendo son huérfanos, son niños que salieron libres de la enfermedad, pero que la madre por alguna razón dejó de llegar a los establecimientos para poder tomar una terapia".

La pediatra neonatóloga e infectóloga perinatal expresó que una buena parte de los infantes se queda con la abuela, personas que por su edad tienen poca capacidad para obtener un trabajo, por lo tanto se reduce la posibilidad de que los infantes accedan al sistema educativo y, en el peor de los casos, van a los orfanatos.

De Viana manifestó que la mayoría de los familiares tienden a ocultarle a los menores que sus padres eran portadores del VIH/Sida por el temor al estigma y la discriminación.

Este es el caso de Sonia, una señora que pasa de los 60 años; su hija falleció por el virus en 2001, ella se quedó a cargo de dos varones, uno de ocho y el otro de tres años. La abuela como ha podido los ha sacado adelante y por años les dijo que su madre murió de cáncer.

"Usted sabe, es ese temor que uno tiene, este niño (el menor) si se lo dice a otra persona entonces la gente lo puede discriminar y ya no querrán ni hablarles", expresó la señora sentada en el patio de la casa. La familia también lo ignora.

El estudio, realizado por la doctora Adriana García y supervisada por Rodríguez de Viana, establece que la tasa de orfandad es de 361 niños huérfanos por cada mil hijos de madres VIH positivas, expresando un índice de orfandad de 2.78 veces más que en la población general.

Se estima que en América Latina hay más de 725 mil huérfanos debido al VIH/Sida.

El 58 por ciento de las mujeres que ingresó al programa era ama de casa.

El 65 por ciento fue diagnosticada durante el embarazo; de ellas, el 45 por ciento en el primer trimestre de gestación, el 25 en el segundo, el 20 por ciento en el tercero y el 10 durante el trabajo de parto; el 35 restante ya conocía su diagnóstico previo al embarazo.

En 2009, según cifras del programa nacional de ITS/VIH/Sida, 65,712 embarazadas se tomaron la prueba; de ellas, 216 dieron positivo. De ese grupo, 131 fueron diagnosticadas en la inscripción prenatal y 64 durante el control.

El año pasado seis niños nacieron con el virus, según datos de Salud; el antepasado fueron 17.

Wendy Melara, técnica del programa ITS/VIH/Sida, comentó que este año en el programa "Viva tu salud" un bebé nació con la enfermedad porque la madre no quiso recibir el tratamiento, al darse cuenta que era positiva se perdió y prefirió tener a su hijo con una partera.

"Es una señora joven que pudo tener un bebé negativo, porque fue diagnosticada a tiempo; ahora tenemos a la partera en tratamiento profiláctico porque atendió un parto sin protección", agregó Melara.

La técnica dijo que las parteras pueden ser aliadas del Ministerio de Salud al ayudarles a identificar a las embarazadas con VIH y pedirles que se pongan en control, de esa manera pueden lograr que los niños nazcan sanos.

"Hay gente que huye o piensa ¿qué voy hacer?, el VIH ya no es sinónimo de muerte, se les da un tratamiento como una enfermedad crónica", explicó.