Recientemente, en la Conferencia de las Américas, el Secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental Arturo Valenzuela, ofreció la visión de la administración de Barack Obama hacia este continente.

“Al mirar al futuro, gran parte de lo que debemos lograr en este hemisferio también depende de una visión audaz de la promesa extraordinaria de una comunidad interamericana que comparte valores, desafíos, y lo que es más importante, responsabilidades”, apuntó.

Añadió que “Estados Unidos está decidido a evitar caer en las trampas gemelas que con frecuencia han colocado al margen nuestros esfuerzos dirigidos a crear una política eficaz hacia América Latina” y detalló que “la primera trampa es el bilateralismo con miopía, en el que Estados Unidos se centra en intereses bilaterales estrechos en un país dado sin tener en cuenta el impacto de nuestras políticas en la región en su totalidad”.

“La segunda trampa es el multilateralismo estanco, en el que nuestras políticas se quedan atascadas en un esfuerzo para desarrollar un consenso amplio, pero superficial, entre los países de las Américas, sustituyendo por tanto el proceso por la acción y paralizando la vitalidad que este hemisferio necesita. En vez de esto, estamos intentando un nuevo enfoque de participación dinámica que pretende hacer avanzar los intereses estadounidenses en colaboración con América Latina en su totalidad, a la vez que se reconoce el valor de acomodar las diversas necesidades e intereses”.

Fijó como prioridades, promover las oportunidades sociales y económicas para todos, asegurar energía limpia para el futuro, garantizar la salvedad y seguridad de todos nuestros ciudadanos, y construir instituciones eficaces de gobierno democrático.

A FAVOR DE LA JUSTICIA SOCIAL

Según Arturo Valenzuela, Estados Unidos está colaborando en la región de muchas maneras para ampliar la movilidad y la justicia sociales, para crear cimientos más amplios para el crecimiento económico y para asegurar que los beneficios del crecimiento y el comercio se distribuyan de manera más equitativa.

“La administración Obama replantea ahora nuestra búsqueda de asociaciones de seguridad en las Américas. Comprendemos que mantener seguros a nuestros ciudadanos va más allá de lo que se refiere a la producción, tráfico y consumo de drogas”, anotó.

Explicó que además de Mérida, “nuestras alianzas, mediante la Iniciativa Centroamericana de Seguridad Regional, la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe, y en Colombia, también refuerzan la capacidad de las sociedades para luchar contra el crimen trasnacional, para proteger a sus pueblos e instituciones y prevenir la propagación de productos ilícitos y violencia en nuestras sociedades. En el proceso, estas alianzas transforman las relaciones y favorecen la cooperación entre esos países y Estados Unidos y entre los países mismos”.

Advirtió que “muy poco de lo que quizás ayudemos a establecer en otros aspectos será sostenible, o traerá el beneficio pleno a los pueblos, a menos que se base en los cimientos firmes de instituciones capaces, legítimas y que respondan. Nuestro fuerte apoyo al gobierno democrático y los derechos humanos se arraiga en este hecho fundamental”.

“Los valores de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la responsabilidad, la tolerancia y el pluralismo están cada vez más arraigados en la práctica en las Américas”, dijo Valenzuela.

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