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Santiago, Chile.- Los familiares de los presos mapuches rechazaron la mesa de diálogo propuesta por el gobierno chileno y demandaron una "mesa chica" que solucione el tema de los 35 comuneros en huelga de hambre, que entraron en una fase crítica de su estado de salud.

El vocero Manuel Chocori precisó que para detener la huelga de hambre, "el Ejecutivo tiene que instalar una instancia de diálogo y sentarse algún representante junto con los familiares en una 'mesa chica' y responder a las demandas puntuales de los comuneros".    La comunidad mapuche pide la no aplicación de la Ley Antiterrorista, impuesta por la dictadura militar, para castigar acciones de violencia atribuidas a sus miembros en el marco del conflicto con ese pueblo en el país, y evitar el doble juicio militar y civil.

Las demandas "no han sido respondidas y se desvirtúa con esta mesa de diálogo, donde no participan sectores del pueblo mapuche, ni representantes de los voceros ni sus abogados de confianza".    El puente de comunicación, reafirmó Chocori, es el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, quien pidió al gobierno buscar un nuevo camino, más allá del legislativo, para solucionar la huelga de hambre. El martes fracasó el trámite en particular en la Cámara baja.

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