La prevención del suicidio desde la mirada mediática - TicoVisión
Escrito en 18/10/10 a 21:01:06 GMT-06:00 Por Administrador
Isabel Umaña

La prevención del suicidio desde la mirada mediática - TicoVisión


18 de Octubre de 2010
TicoVisión
Por Isabel Umaña
Periodista
Artículo de opinión








“El diario sensacionalista responde al morbo de la gente. El diario serio busca la forma más discreta sin dejar de publicar”, Javier Darío Restrepo, Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.




     Uno de los elementos característicos de la persona suicida es la ambivalencia expresada mediante sentimientos de querer morir y vivir al mismo tiempo. En general, la mayor parte de los individuos tiene un predominio del deseo de vida sobre el deseo de muerte, y  ese factor de ambivalencia es lo que  hace posible la prevención.

     En esa prevención, los periodistas y los comunicadores juegan un papel preponderante. El quid del asunto está en el tratamiento del tema del suicidio; la nota amarillista hace mucho daño, mientras que la información responsable salva vidas. La influencia de los medios en la imitación del comportamiento suicida se debe a que se  informa con dramatismo, frivolidad o romanticismo; se especifica el método utilizado; se muestran fotos de la persona que se ha suicidado, la noticia aparece destacada en la portada, y se emiten juicios de valor.

     La asociación entre suicidio y medios de comunicación surgió de la novela de Goethe “Las penas del joven Werther”, en la que el protagonista se dispara luego de un amor infortunado. Poco tiempo después de su publicación en 1774 se informó de muchos hombres jóvenes que se quitaron la vida usando el mismo método. Para designar la imitación de suicidios se acuñó el término “Efecto Werther”.

     Existe evidencia suficiente sobre la relación entre algunas formas de presentar la noticia de suicidios en la prensa escrita y la televisión, sobre todo cuando se trata de celebridades, y el aumento de casos, especialmente en adolescentes y adultos jóvenes, con una prevalencia del sexo masculino. Con la publicidad de la autodestrucción de Marilyn Monroe en 1962, el índice de suicidios se incrementó  en un 12% en Estados Unidos.

     No se trata de dejar de informar sobre el suicidio, porque está comprobado que la toma de consideraciones para su cobertura ha contribuido significativamente en su prevención. En Austria, tras una campaña, los medios revirtieron la forma de tratar estas noticias y se logró que los actos suicidios en el metro disminuyeran en más del 80% en 1987.

     Una información imprudente, excesiva y detallada podría significar el punto clave en la decisión de una persona con una depresión endógena que atraviesa por una de las etapas previas al acto suicida. Mario Urzúa, de la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica de Concepción, Chile, considera que aunque se trate de una celebridad, hay que  excluir de la información aquello que forma parte de su intimidad, como cartas y otras declaraciones cuyo destinatario no es el público.

     La Organización Mundial de la Salud recomienda ubicar las noticias sobre el suicidio en páginas secundarias y preferiblemente en forma de notas breves; la palabra suicidio no debe aparecer, y en su lugar calificar la muerte como de causa violenta o de muerte autoprovocada; se deben ofrecer ejemplos de otras personas que en situaciones similares han respondido con mecanismos de adaptación creativos y de otros individuos que en peores condiciones supieron encontrar soluciones no autodestructivas.

     También propone a los medios de comunicación evitar la descripción detallada del método de suicidio adoptado y como lo obtuvo la víctima; evitar las imágenes, el lenguaje y títulos sensacionalistas; reconocer la complejidad de la tendencia suicida a menudo relacionada con un trastorno mental; no dar razones simplistas porque es una conducta muy compleja; no usar estereotipos religiosos o culturales; no aportar culpas; evitar acotaciones como “epidemia de suicidios y “el lugar con mayor tasa de suicidios”; los contenidos deberán tener en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos de sufrimiento psicológico, y lamentar la muerte de la persona,  no glorificarla como mártir.

     Entre  lo que se debe publicar, según los expertos, están:

  • Los factores y los grupos de riesgo, los mitos falsos y las evidencias demostrables.
  • Los signos de alarma, las fuentes y lugares de salud mental a los que se puede recurrir.
  • Aquellas medidas más sencillas que permitan actuar ante alguien en riesgo.
  • Las alternativas al suicidio.
  • Describir las consecuencias físicas  de los intentos de suicidio.


     Los suicidiólogos consideran impostergable que los periodistas cuenten con los conocimientos mínimos para cubrir la noticia de una manera más profesional y así contribuir a la prevención del suicidio como causa de muerte evitable y a la educación del público, en momentos en que la tasa de suicidios aumenta en Costa Rica y en el resto del mundo.

     Aunado a un buen abordaje de la información está el ir despojando el tema del suicidio del estigma. Aquí los medios de comunicación están llamados a contribuir a sacar de la ignorancia a la sociedad para favorecer el fortalecimiento de la prevención. El cáncer era un tabú, pero ahora se habla sin reservas.

     Si el periodismo salva vidas, ¿cuántas muertes habrá podido evitar? La ética emerge del interior del periodista y trasciende los manuales de estilo y los códigos de ética.









Comentarios de este artículo:
 
 Suicidio
Escrito en 22/11/10 a 11:35:04 GMT-06:00 Por Anonimo
UN APORTE MUY VALIOSO A LA SOCIEDAD.

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