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San José.- El diputado José Roberto Rodríguez Quesada con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación calificó de vergonzoso el hecho que en nuestro país existan doscientas mil personas con hambre.

“O sea que un cinco por ciento de la población de este país no tiene qué comer. Ningún costarricense que se alimente bien, o algún legislador, podrá dormir tranquilo sabiendo que diariamente duermen tantos costarricenses con sus estómagos vacíos. Las preguntas obligadas, ¿qué falla?, ¿será acaso que los programas sociales en este país no funcionan?, ¿será acaso que la sociedad costarricense perdió la sensibilidad social?, ¿será que no se aplican los mecanismos necesarios para mejorar la distribución de la riqueza producida?”

Para el parlamentario no es válida ninguna justificación de que persista en el país lo que llamó “la más grande y grave oprobiosa de las calamidades humanas que rebaja al hombre a un estado deprimente. Es el problema de la seguridad alimentaria en el mundo, donde hay más de mil millones de seres humanos con hambre y en Costa Rica doscientos mil costarricenses sin que comer, es una deuda que se reproduce escandalosamente y que genera grandes problemas en la población”.

El congresista adelantó que estará presentando un proyecto que se llama Alianza Nacional contra la Pobreza Infantil y Juvenil de tal forma que se pueda ayudar al Estado a amortiguar esta situación.

Se trata de desviar un porcentaje de la deuda política adelantada para programas sociales dirigidos a esta población desprotegida.

A nivel internacional Rodríguez indicó que debe ponerse la globalización al servicio de los más pobres, así como regular los mercados financieros y vincular el comercio mundial con los aspectos sociales.

“Es necesario acabar con las barreras comerciales encubiertas que pone el norte a los productos del sur, deberá aumentarse la ayuda social, deberían reformarse las instituciones internacionales, económicas, multilaterales para que se haga justicia con los recursos destinados a erradicar la pobreza y además, es necesario desarrollar un mecanismo de transferencia tecnológica de los países ricos a los países pobres”, finalizó.

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