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El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas (Abu Mazen), condicionó hoy el retorno de los palestinos a la mesa de las negociaciones al congelamiento de todas las actividades edilicias de Israel en los territorios ocupados, incluida Jerusalén Este.

"No aceptaremos oferta alguna de retomar las negociaciones durante las reuniones en El Cairo con el presidente Hosni Mubarak, si no hay un congelamiento total de las actividades de construcción, y esto debe incluir a Jerusalén", señaló Abbas.

Por su parte, el secretario del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación Palestina (OLP), Yasser Abed Rabbo, criticó hoy la disponibilidad de Estados Unidos para dar a Israel un paquete de incentivos políticos y militares si el gobierno de Benjamin Netanyahu acepta una nueva moratoria en las colonias cisjordanas por un período de tres meses.

Ese lapso debería ser utilizado para permitir que los negociadores israelíes y palestinos relancen las negociaciones en busca de un acuerdo de paz en la región y el Estado palestino.

"Nosotros estamos dispuestos a alcanzar un acuerdo dentro de tres semanas o tres días, porque queremos liberarnos de la ocupación", aseguró Abed Rabbo.

"Pero la cuestión central es si este gobierno israelí de extrema derecha puede alcanzar un acuerdo basado en las líneas fronterizas previas a la guerra de 1967", destacó.

Según la OLP, en el estado actual "un acuerdo es imposible no sólo en tres meses sino en tres años".

Abed Rabbo criticó a Estados Unidos por su disponibilidad para suscribir nuevos acuerdos militares con Israel en el marco de una nueva moratoria en Cisjordania, luego de la de 10 meses que concluyó a fines de setiembre.

"Estos acuerdos reforzarán la tendencia negativa en Israel", según la OLP.

Mientras tanto, el Consejo de los Asentamientos Judíos en Judea-Samaria, Cisjordania, inició hoy una manifestación en Jerusalén frente a la sede del gobierno, para tratar de evitar que Israel apruebe una nueva moratoria de tres meses en ese territorio palestino, informaron fuentes locales.

Luego de cerrar en los asentamientos los consejos municipales y varias escuelas, el movimiento de los colonos organizó manifestaciones que, provenientes de Cisjordania, condujeron a Jerusalén.

A los manifestantes se les unió el ministro de Infraestructura, Uzi Landau (de Israel Beitenu), según el cual los acuerdos de Oslo (de 1993, con la OLP), "representan un tumor cuyas células malignas se manifiestan hoy ante nosotros".

Landau reiteró su oposición a cualquier retiro de los asentamientos judíos en Cisjordania, y a la división de Jerusalén con los palestinos.

Los manifestantes recordaron al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que no aceptarán ninguna otra moratoria, luego de la de 10 meses que concluyó el 26 de setiembre.

"Netanyahu no te sumes (a las presiones estadounidenses, ndr). Vuelve a ser el Netanyahu de un tiempo", gritaron los manifestantes.

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