Primeros 100 días del Gobierno de Porfirio Lobo - TicoVisión Editorial del Diario La Prensa de Honduras
Analistas nacionales coinciden en que la administración Lobo Sosa no ha podido mostrar una dirección clara de cómo será su gobierno, un hecho que atribuyen a la agobiante presión de naciones y organismos internacionales que no perdonan la separación del liberal Manuel Zelaya de la Presidencia. Durante esta semana, analistas revisarán en LA PRENSA los logros y los retos de Lobo y su equipo, que cumplen cien días en el poder. La punta de lanza del gobierno de Porfirio Lobo Sosa que este miércoles cumple cien días ha sido buscar el reconocimiento y la reinserción de Honduras en el concierto de las naciones que le dieron la espalda después de la destitución del ex presidente Manuel Zelaya Rosales. De ahí que no es casual que la agenda del Ejecutivo haya sido marcada por la Cancillería y el esfuerzo por restablecer las relaciones políticas y comerciales con los 65 países que históricamente han mantenido alianzas con Honduras. Esa posición ha desconcertado a sectores empresariales y políticos que creen que, en sus primeros meses, la administración de Lobo ha descuidado los temas internos por cumplir condiciones de la comunidad internacional. Una de esas condiciones se cumple mañana con la instalación de la Comisión de la Verdad, cuya creación quedó estampada en el acuerdo Tegucigalpa/San José, firmado el 30 de octubre de 2009 para superar la crisis política desatada tras la separación del entonces presidente Manuel Zelaya Rosales. Para cumplir esta condición, el presidente Lobo Sosa pidió al ex vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein, que coordinara la Comisión de la Verdad que, según el acuerdo, será conformada por dos personas nacionales y tres extranjeras. Varias semanas pasaron para que al fin el Gobierno revelara el nombre de los cinco comisionados: por Honduras, el abogado y miembro de la junta de dirección de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Unah, Omar Casco, y la rectora de la Unah, Julieta Castellanos. Los tres comisionados internacionales son, de Guatemala, Eduardo Stein, de Canadá, Michael Kergin, y de Perú, María Amabilia Zavala. Se nombró secretario de la comisión al hondureño Sergio Membreño. La Comisión de la Verdad revelará qué sucedió antes del 28 de junio de 2009, durante y después de ese histórico día, cuando el Congreso Nacional destituyó del Poder Ejecutivo a Zelaya Rosales. La primera vez que se mencionó la creación de este singular grupo fue después de la reunión en San José, Costa Rica, entre Zelaya y el presidente costarricense Óscar Arias y de este último con el ex mandatario interino Roberto Micheletti. Después del fracaso de Arias como mediador, surgió el Diálogo Guaymuras, dirigido netamente por hondureños en Honduras, sin olvidar el apoyo técnico de la Organización de Estados Americanos, OEA. El Diálogo Guaymuras rescata algunos puntos del acuerdo de Óscar Arias (Pacto San José), como la creación de la Comisión de la Verdad que, según el Acuerdo Tegucigalpa/San José, firmado por las partes en conflicto, dice: “Punto seis: con el fin de esclarecer los hechos ocurridos antes y después del 28 de junio de 2009, se creará también una Comisión de la Verdad que identifique los actos que condujeron a la situación actual y proporcione al pueblo de Honduras elementos para evitar que estos hechos se repitan en el futuro. Esta comisión de diálogo recomienda que el próximo Gobierno, en el marco de un consenso nacional, constituya dicha Comisión de la Verdad en el primer semestre del año 2010”. Las funciones Sólo ocho meses tendrá la Comisión de la Verdad para recabar la información que plasmará en un documento oficial, sin embargo, los datos que esta Comisión considere confidenciales serán clasificados para revelarle a los interesados hasta dentro de 10 años. El día que el presidente Lobo Sosa, en Consejo de Ministros, aprobó el manual de trabajo de la comisión, el coordinador y comisionado Eduardo Stein explicó que la información clasificada estará resguardada en alguna biblioteca internacional; aún se desconoce cuál será. Stein explicó que ya se han delineado los primeros elementos para hacer los trabajos iniciales después de la instalación de la comisión el 4 de mayo, información que involucra la definición del reglamento interno. Los comisionados desarrollarán seminarios y talleres que favorecerán el trabajo de éstos con el apoyo de la OEA y la ONU, conocerán experiencias de otras comisiones similares y contarán con apoyo de expertos para hacer entrevistas. Parte del material que la comisión tendrá en cuenta son las publicaciones de medios de comunicación sobre lo acontecido en torno al 28 de junio de 2009. Aunque el Acuerdo Tegucigalpa/San José la denomina Comisión de la Verdad, en sus últimas declaraciones Stein le ha agregado “y de la Reconciliación”, lo que significaría que esta comisión también tendría facultades para intervenir o aconsejar en asuntos internos en cuánto al divisionismo creado a raíz de la crisis. Otro punto a destacar es el que el presidente Lobo Sosa manifestó hace unos días acerca del funcionamiento de esta Comisión: “Si hay necesidad de hacer reformas en algunas leyes, se tendrán que hacer para evitar que estos hechos se repitan”. Eso interpretó el mandatario sobre las conclusiones que demandará la Comisión de la Verdad, aunque aclaró que podrían plantearse las reformas de leyes, pero no de la Constitución de la República No generará conflictos En sus múltiples intervenciones ante los medios de comunicación, Stein ha reiterado que la Comisión de la Verdad no fungirá como ente inquisidor, “la comisión debe ser totalmente autónoma e independiente, con una reconocida capacidad por el pueblo de Honduras y a nivel internacional para que pueda realizar este trabajo de esclarecimiento. El sentido profundo no es convertirse en una nueva instancia generadora de conflictos. Se busca el esclarecimiento de los hechos ocurridos. No será una comisión inquisidora en lo penal ni mucho menos persecutoria, todo lo contrario”, explicó Stein. El funcionamiento de esta comisión guarda sorpresas, que son reveladas por Stein después de cada visita a Honduras. El Acuerdo Ejecutivo que le da vida a la comisión no es público, por lo que resulta difícil descifrar cómo trabajarán los comisionados. Además, sólo Stein es el vocero del grupo, por lo que los otros miembros, se limitan a pronunciar que no están autorizados para brindar declaraciones. Según declaraciones de Stein, el informe estará listo entre cuatro y seis meses después de la instalación de la comisión, aunque el tiempo podría extenderse. |