Una Navidad más verde - TicoVisión |
Escrito en 22/12/10 a 09:05:43 GMT-06:00 Por Administrador |
22 de Diciembre de 2010 TicoVisión Fuente:Dep. de Estado Estados Unidos El presidente Obama y su familia junto al árbol nacional de Navidad, iluminado con lámparas LED para ahorrar energía eléctrica. Washington. — ¿Por qué talar un árbol perfectamente sano para adornarlo con decorados y adornos sólo para tirarlo a la basura pocas semanas después? ¿Para qué tanto derroche con las tarjetas y papel para envolver regalos? Actualmente en este mundo consciente sobre el cambio climático hay una cosa que se conoce como huella del carbono producido durante las festividades. Un estudio británico determinó que durante la Navidad las viviendas generan 650 kilos adicionales de dióxido de carbono. La temporada de las fiestas de invierno en Estados Unidos, así como en gran parte del mundo occidental, es una época dedicada a las familias, a las comunidades, y las tradiciones. En años recientes mucha gente ha decidido añadir una dosis de verde a su Navidad, Hanukkah, Kwanza, y a otras fiestas con motivo del fin de año. Tammy Wilson, dueña de la tienda llamada EarthLover Shopping (comprador amante de la Tierra) que vende en línea electrónica desde Georgia, descubrió que la gente que llama para hacer pedidos ya no se refiere a los productos no perjudiciales para el medioambiente como algo extraño. Los valores ambientalistas, dijo, se están convirtiendo en valores de la población en general. "Hace un año solían decir ‘tengo un primo en California totalmente dedicado a los productos ecológicos, y tengo que encontrar un regalo para ese primo’ o ‘tengo un amigo que solo quiere regalos ecológicos’", dijo Wilson. "Este año no he escuchado a ni una sola persona decir eso. El resto del mundo está incorporándose". Este año la tienda EarthLover Shopping ha duplicado sus ventas para las festividades, enviando alrededor de 50 paquetes diarios, con frecuencia en cajas ya antes usadas, a clientes en Estados Unidos y Canadá. Muchos piden productos comerciados justamente que también sean no perjudiciales para el medioambiente. “Estamos envolviendo paquetes noche y día”, dijo Wilson. En TerraPass, una empresa con sede en San Francisco que vende los denominados cupones [virtuales] de carbono, la gran cosa de este año son las tarjetas electrónicas de navidad. Cada una se vende en 5,95 dólares que implican la eliminación de 454 kilos de dióxido de carbono, uno de los principales contribuyentes al cambio climático. La gente que compra esas tarjetas automáticamente canaliza dinero a proyectos que TerraPass apoya, como son granjas de energía eólica e iniciativas para capturar metano en los vertederos para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esos cupones puede que ayuden a los clientes de TerraPass a sentirse mejor cuando crucen el país en un avión para visitar a sus familiares durante las fiestas o cuando manejen sus vehículos por toda la ciudad en busca de regalos navideños. "Otro de nuestros productos populares es el chocolate para el cambio climático, que sirve como buen regalo para las empresas y que en esta época del año tiene gran demanda", explicó Lauren Rosenberg, empleada de TerraPass. La tableta de chocolate, que cuesta cinco dólares, viene con un cupón para eliminar 60 kilos de dióxido de carbono, pero esta delicadeza rara vez es enviada al extranjero porque ello significaría añadir emisiones causadas por el transporte, dijo. Incorporar el tono “verde” a Hanukkah El verde de las fiestas no es solamente algo relacionado con las compras. El rabino Arthur Waskow del Centro Shalom en Filadelfia, instó a los miembros de la comunidad judía a actuar durante las festividades de Hanukkah para "curar a la Tierra de la crisis global del clima". Desde hace cuatro años dedica cada uno de los ocho días del Festival Judío de las Luces a tomar medidas para ahorrar energía eléctrica. De acuerdo al relato de Hanukkah, el aceite que se esperaba que apenas alcanzara para una noche milagrosamente iluminó el templo sagrado durante ocho días. "Ese uno por ocho se ha convertido en el tema central del ahorro de energía", dijo Waskow. “Esta idea realmente cobró importancia tras el libro 'Una verdad incómoda' que escribiera Al Gore sobre el cambio climático". Muchas sinagogas de Estados Unidos utilizan ahora el “compromiso de la menorah verde” para recordar a los afiliados a ahorrar energía durante las festividades, dijo. Un árbol navideño más verde Este es también el segundo año en que el Árbol Nacional de Navidad, en terrenos de la Casa Blanca en Washington, es iluminado con lámparas emisoras de diodos, conocidas como luces LED. Estas luces ahorran energía eléctrica y han recortado el consumo eléctrico del árbol de los 50.000 a los 7.000 vatios, según dijo el Servicio Nacional de Parques, que administra el lugar. El árbol fue enviado desde Carolina del Norte, a varios cientos de kilómetros al sur de la capital estadounidense. Sin embargo algunos estadounidenses han decidido que la práctica de talar un árbol para celebrar la navidad contradice su deseo de llevar una vida más sustentable. La ciudadanía consciente de la ecología ha encontrado una solución en los servicios de alquiler de árboles de navidad, que surgieron en la costa oeste del país, y que ahora se están extendiendo a la costa este de Estados Unidos. La empresa, llamada Living Christmas Company (Compañía de árboles de navidad vivos), con sede en el área de Los Ángeles, es una de estas. El servicio de alquiler de árboles comenzó en 2008, a cargo de un empresario que ha visto el aumento de esos alquileres de 100 a 1.200 en apenas dos años. La Compañía de árboles de navidad vivos, entrega el árbol y lo instala en la sala donde se supone que va a estar, y lo recoge después de las fiestas. El fundador de la empresa, Scott “Scotty Claus” Martin, que por su oficio es diseñador de jardines, dijo que la idea de abrir un servicio de alquiler se le ocurrió cuando repartía los árboles de navidad para un vivero local durante sus años de estudios en el colegio universitario. Le apenaba mucho ver que tantos árboles iban a la basura tras unas pocas semanas, relató. El alquiler de árboles, que es un negocio accesorio para Martin, ha recibido el doble de pedidos en relación a las plantas disponibles este año. En la actualidad emplea a 25 peones temporales y tiene pensado ampliar su negocio a otras comunidades para la temporada navideña de 2011. "A la gente le encanta alquilar los árboles. Todos salen ganando. Podemos seguir con este servicio de alquiler y utilizan el mismo árbol, año tras año, como parte de su tradición navideña", explicó. |
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