Hay que felicitar, sobre todo, en estos días al valiente pueblo tunecino, que ha sido el primero en salir a las calles para acabar con el régimen corrupto y mafioso de Ben Alí y esposa, una especie de Alí Baba y los cuarenta ladrones instalado en este país hermano africano. Ha habido sacrificios de patriotas, otros han caído en la lucha, pero el pueblo se ha liberado de un régimen podrido que el presidente colonialista español, Rodríguez Zapatero, había contactado y lo tenía preparado para llevar a cabo la maniobra neocolonialista Alianza de Civilizaciones, que el señor Rodríguez Zapatero se había inventado en Madrid para que los habitantes de la metrópoli se olvidaran de los casi cinco millones de parados que ha traído su desastrosa política económica.

El comportamiento del pueblo tunecino y su coraje popular han despertado en otros pueblos lo que se denomina efecto dominó, y con un poco de suerte y mucha paciencia, se van eliminando regímenes dictatoriales hereditarios donde reina la corrupción y se ignoran los derechos humanos. Esta ha sido la primera revolución del siglo XXI, la Revolución del Jazmín, y esperamos se extienda a otros países y puedan sus pueblos alcanzar las libertades y arrancar sus derechos democráticos, por lo que no nos cansaremos de apoyar la lucha y el combate del pueblo tunecino y desearle suerte y fe en esta revolución popular.

Para los independentistas canarios, aunque estamos en una etapa anterior al pueblo tunecino, el cual ya había arrancado su independencia en 1956, lo importante es el método de lucha de tipo popular, ganando las calles con manifestaciones pacíficas y no temiendo a la represión de un régimen corrupto como el de Ben Alí, el cual gozaba del apoyo de varios países europeos, para que el país fuera solo un destino turístico para los europeos que venían a broncearse en sus playas.

Las Naciones Unidas declararon que la Década del 2000 al 2010 era la segunda y última señalada para que las metrópolis europeas descolonizasen sus últimas colonias. España y Francia, viejas potencias coloniales, se han negado a ello y con sus actos demuestran que no van a irse por las buenas de sus colonias. En lo que nos concierne, debemos extraer las lecciones necesarias de lo que está pasando estos días en Túnez y otros países y prepararnos para salir valientemente y conquistar las calles en las ciudades canarias, reclamando la descolonización de estas islas africanas y su inmediata independencia, o a través de establecer un calendario de descolonización con un tiempo prefijado para descolonizar en un año, como el MPAIAC viene exigiendo desde 1976 ante el mutismo del colonizador.

No podemos caer en la trampa de la mascarada electoral que Madrid está preparando para mayo próximo; la independencia no se gana con elecciones fabricadas por el colonialismo. Lo importante ahora es ganar las calles y no caer en la trampa de las elecciones. Hay que predicar la abstención patriótica en todas las islas, que ya llegará la hora de participar en nuestras propias elecciones, cuando sean organizadas por el gobierno de la República Federal Canaria, sin injerencias del gobierno colonial.

El colonialismo lleva aquí seis siglos y conoce cómo funciona el pueblo dominado de Canarias. Lo que ignora es que dentro de esta colonia ha ido surgiendo una nueva juventud, preparada y formada técnicamente e intelectualmente, pero que tiene las puertas cerradas y sin futuro, al menos en las islas. Una juventud sin futuro y sin poder participar en la formación de nuestra nación, por causa del sistema colonial, que es lo peor que les puede pasar a las fuerzas vivas de Canarias. A esta juventud el gobierno colonial y los grupos autonomistas la quieren engañar con el cuento de las elecciones de mayo y con los posibles enchufes que pueden alcanzar si abdican de las soluciones independentistas y soberanistas. Ahora incluso le dicen: váyanse a Alemania, que allí hay trabajo para todos, e incluso el gobierno español se ha traído expresamente a la presidenta alemana, Sra. Merkel, el jueves pasado, para invitar a los cinco millones de parados del Estado español y colonias a que emigren a Alemania con la bendición zapateril. ¡Una especie de División Azul de jóvenes trabajadores preparados y formados!

Pero la mayoría de la juventud canaria, que en estos días ha estado viendo los acontecimientos en Túnez, por ser el país más cercano al nuestro, ha visto que las libertades se ganan conquistando las calles en grandes manifestaciones pacíficas, y en Canarias tendría más trascendencia internacional, porque además de los problemas de corrupción, paro y falta de futuro, estas islas africanas donde hemos nacido son una colonia de un país europeo corrupto, la España monárquica, que hace seis siglos invadió las islas a sangre y a fuego, destruyendo a un pueblo africano, pacífico y trabajador, para vender a muchos de sus habitantes en el mercado de la venta de esclavos.

Todos cuantos descendemos de aquel pueblo y cuantos han nacido en estas islas somos los destinados a arrancar nuestra independencia y nuestras libertades democráticas, ocupando las calles pacíficamente para dejar a nuestros descendientes una nación libre, la República Federal Canaria, patria de todos los canarios, tal como se ha hecho público, gracias a este periódico independiente, EL DÍA, con el Anteproyecto de Constitución que el CNC publicó durante seis meses, septiembre de 2007-marzo de 2008, el primer estudio constitucional que se ha editado en Canarias.