El ex mandatario hondureño Manuel Zelaya, derrocado como resultado de un golpe de Estado en 2009, no regresará a su país pese a un fallo judicial que anula las dos órdenes de captura dictadas contra él.

Zelaya, que actualmente reside en República Dominicana y es diputado del Parlamento Centroamericano, comentó a Radio Globo de Tegucigalpa que esta resolución es “un absurdo que no tiene sustentación jurídica” y no es sino “una manipulación política”.

El problema radica en que, a pesar de la anulación de las órdenes de captura, nacional e internacional, siguen vigentes dos procesos de corrupción en los que Zelaya figura como acusado.

El ex mandatario de Honduras asegura que quiere regresar a su país pero recibe amenazas de personas cercanas a las fuerzas que lo privaron del poder el 28 de junio de 2009. “Siguen queriendo atentar contra mi vida (...), sí sé que estoy en peligro”, señaló Zelaya.