Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), Paulo Skaf, con quien acordó explorar posibilidades de mayor presencia brasileña en áreas como la agricultura, la construcción, el transporte y  la industria aeroespacial.  Además, se habló de la importancia un encuentro futuro a nivel empresarial.

La delegación costarricense también visitó  las oficinas del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (SEBRAE). Aquí surgieron iniciativas para explorar proyectos conjuntos que, en el caso de Costa Rica, involucraría a otras entidades estatales, especialmente en el ámbito de la educación y la banca.

En la sede de la Unión de Industrias de Caña de Azúcar (UNICA) la delegación costarricense conoció  los éxitos alcanzados por Brasil en la comercialización de combustibles alternativos.  Uno de los puntos conversados fue la posibilidad de impulsar un proyecto piloto en Costa Rica.  

En la actualidad, la mayoría de los automotores que circulan en Brasil lo hacen con tecnología de combustible flexible (flex) la cual permite una dependencia menor de los combustibles basados en el petróleo.  Estos autos tienen la capacidad de ser reabastecidos con más de una clase diferente de combustible sin causar daños al vehículo.  Un sensor detecta el combustible y ajusta la inyección de acuerdo a la mezcla, por lo que puede usarse tanto alcohol como gasolina.  

Sobre la experiencia de Brasil en el empleo de  alcohol  a partir de la caña de azúcar como combustible, el Canciller Castro recibió información de primera mano sobre las ventajas  de esta tecnología y cómo va a empezar a ser usada en el transporte masivo en Sao Paulo.

El jefe de la diplomacia costarricense y la  Ministra de Planificación, Laura Alfaro explicaron a los anfitriones la importancia que tendría un proyecto de esta naturaleza para Costa Rica, sobre todo  para aliviar los grandes problemas que hay en el sector transporte, y con miras a cumplir la meta de  convertirse en la primera nación carbono neutral para el año 2021.