Washington, Honduras
El canciller de Honduras, Mario Canahuati, dijo hoy que su país no espera el reintegro a la Organización de Estados Americanos, OEA, durante la 40 Asamblea General que el organismo continental celebra en Lima, Perú.

"No esperamos que en esta Asamblea se pueda reincorporar a Honduras a la OEA porque simplemente no somos ni parte de la agenda", enfatizó Canahuati a periodistas en Tegucigalpa.

"No nos queda más, con todo el respeto que merecen los países que no han normalizado las relaciones con Honduras, igualmente la OEA, que concentrarnos en lo que es la agenda puntual (interna) para darle respuesta a nuestro pueblo", expresó Canahuati.

Agregó que el presidente hondureño, Porfirio Lobo, ha hecho todo lo posible para normalizar la situación interna de su país tras lo sucedido el 28 de junio pasado con la destitución del gobernante, Manuel Zelaya.

También recordó que su país le ha hecho llegar a los cancilleres que asisten a la 40 Asamblea General de la OEA un documento que "responde a todas sus inquietudes sobre lo ocurrido desde 2008 a la fecha", incluido el derrocamiento de Zelaya, quien desde el 27 de enero pasado reside en República Dominicana.

Otros aspectos señalados en la carta a los cancilleres tienen que ver con la voluntad de convertirse en partido político del Frente Nacional de Resistencia Popular, que condena el golpe de Estado y la incorporación de Zelaya al Parlamento Centroamericano (Parlacen), indicó el diplomático hondureño.

Canahuati dijo que aunque el tema de Honduras no figura en la agenda de la Asamblea General de la OEA, los "países amigos" que ya han reconocido al Gobierno de Lobo "van a asegurarse de que el tema se mantenga siempre latente y que sea parte de las diferentes conversaciones" durante la cita.

A pesar de las declaraciones de este lunes Canahuati aseguró ayer que su país sí esperaba el reintegro a la OEA durante el evento en Lima, y que de no ser así el Gobierno iniciaría "una actitud diferente. Tendríamos que revisar un poco nuestra posición y nuestra estrategia a seguir".

Honduras fue suspendido de la OEA el 4 de julio de 2009.

La posible reincorporación de Honduras se impuso hoy sobre la agenda oficial de la Asamblea General del organismo, que comenzó sus trabajos en Lima, y evidenció las profundas diferencias entre sus miembros.

Zelaya fue derrocado y expulsado a Costa Rica en vísperas de la celebración de una polémica consulta popular orientada a reformar la Constitución, luego regresó clandestinamente a Honduras y se refugió en la embajada de Brasil hasta que el 27 de enero pasado partió a Santo Domingo.

“Honduras cumplió todos los requerimientos”

Honduras espera que la XL Asamblea General de la OEA que se lleva a cabo en Lima, Perú, desde ayer decida su reintegro al organismo.

El canciller hondureño Mario Canahuati dijo ayer por la mañana que su gobierno cumplió los requerimientos que la comunidad internacional planteó para aprobar el retorno de Honduras a la Organización de los Estados Americanos, entre ellos, la puesta en marcha de una amnistía política, integrar un régimen de unidad y reconciliación, instalar la Comisión de la Verdad y prometer el regreso del derrocado presidente Manuel Zelaya al país.

“Honduras ya cumplió a cabalidad el Acuerdo Tegucigalpa-San José firmado el 30 de octubre pasado por Zelaya y el ex presidente Roberto Micheletti para solucionar la crisis”, aseguró Canahuati.

“Queremos que los cancilleres de los países de la OEA se den cuenta de adónde hemos llegado y de todo lo que hemos hecho para que la comunidad internacional nos reconozca”, añadió.

Indicó que el sábado envió una carta a sus colegas de la OEA, cuyo contenido será dado a conocer el lunes en la asamblea general, en la que explica los pasos dados por Honduras para superar la crisis surgida por la caída de Zelaya.

Anoche en los actos de inauguración en Lima por el presidente Alan García, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, ante 33 cancilleres de América, abogó por un retorno de Honduras al colectivo hemisférico, alegando que ello “permitiría abordar de mejor manera la situación de derechos humanos en ese país”.

A pesar de que el sábado Insulza aseguró que el tema de Honduras no sería tocado en la asamblea, ayer dijo que Porfirio Lobo Sosa “ha dado pasos muy importantes en la dirección de la normalización” y alabó los pasos del Gobierno para conseguirlo.

Lobo, explicó, ha formado un Gobierno amplio con representación de los distintos sectores del espectro político hondureño, ha creado la Comisión de la Verdad, ha dictado una ley de amnistía para los delitos políticos y conexos, ha permitido dos visitas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, exigencias todas de la comunidad internacional para readmitir a Honduras en su seno y, sobre todo, en la interamericana.

“Honduras continúa suspendida de nuestra organización y seguimos trabajando para superar la situación”, destacó.

“Todos estamos de acuerdo en la conveniencia de un pronto retorno de Honduras a la organización. La única diferencia está en que algunos consideran que ello debe ocurrir sin mayor demora y otros creen que es necesario exigir condiciones adicionales”, señaló Insulza.

Entre estas condiciones figuran la situación de exilio en que se encuentra el ex presidente Mel Zelaya todavía, que contraviene “las normas de derechos humanos y la propia Constitución de Honduras”, señaló.

Asamblea

Fundada hace seis decenios para promover la integración y el desarrollo en las Américas, la OEA tendrá en Lima tres días de debates enfrentada al panorama sombrío de un debilitamiento institucional y potencialmente su desaparición.

El canciller peruano José Antonio García Belaunde rechazó, sin embargo, que el gobierno del presidente Alan García pudiera ser considerado protagonista de algún movimiento regional para buscar el debilitamiento de la OEA o su sustitución.

Los 33 cancilleres están convocados para debatir el control de armas en la región y el retorno de Honduras al organismo.

Perú espera alcanzar un acuerdo sobre su propuesta para limitar las compras de armas en la región.

Antes de la inauguración de la asamblea, Insulza y los jefes de las delegaciones participaron en un diálogo con los representantes regionales de los sindicatos, del sector privado y de la sociedad civil.