A mi querida Ada Luz y a todas las Secretarias – TicoVisión |
Escrito en 26/04/11 a 08:37:47 GMT-06:00 Por Administrador |
Seres especiales que no todos saben apreciar y darles la importancia que de corazón merecen. Confidentes y sabias concejeras, mejores amigas, mejores alumnas, incomparables madres e incomparables compañeras... 26 de abril de 2011 | TicoVisión | Redacción | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento A mi querida Ada Luz... y a todas las Secretarias Por Lic. Julian Frech Ayub Seres especiales que no todos saben apreciar y darles la importancia que de corazón merecen. Confidentes y sabias concejeras, mejores amigas, mejores alumnas, incomparables madres e incomparables compañeras de buenos y malos momentos, que comparten con uno las alegrías, los éxitos y fracasos como un todo amalgamado en la unión espiritual más profunda que pueda ser deseada por cualquier ser humano. Las ‘’SECRETARIAS”, son parte de uno mismo y uno parte de ellas, sin secretos ni tapujos y siempre con el mayor de los respetos, con profundo ‘’amor’’, amor bendito y no de carne y hueso, sino de espíritus comprensivos que comparten los complejos laberintos de la vida, de las intimidades mutuas y de los más difíciles secretos; sean estos personales, o del simple cumplimiento de labores y desempeños. Cada una de las secretarias que tuve en mi vida profesional, tienen un lugar especial en mi corazón, se mantienen en mí como el más vívido recuerdo dentro de un cariño puro y sincero. Queridas ‘’SECRETARIAS”, estén donde estén físicamente, sepan que con “AMOR LAS RECUERDO” y espiritualmente en mí siguen viviendo. A vos, Ada Luz de Reyes, que te conocí en 1974 cuando me tocó administrar aquél desastre de la división del mayor consorcio en Nicaragua: “Solórzano Villa y Pereira (SOVIPE)… ¡Qué lucha compartimos “mi vieja”¡ (calificativo cariñoso con que solía llamarte), pero lo logramos, “mi vieja”, logramos lo que por años muchos otros “dizque gerentes” jamás habían logrado; y en comunión perfecta “mi vieja”, luchamos contra vientos y mareas, contra subordinados y dueños hasta imponer nuestras ideas y demostrarles que podían existir éxitos, orden, paz y fraternidad en aquél ambiente que parecía el mismo “infierno”. Sin vos Ada, y sin la paciencia de tu querido esposo que supo comprender nuestras horas extras y desvelos… jamás lo hubiera logrado ¡¡¡mi querida vieja!!! Y ojala que a tus manos lleguen mis letras para que te acordes del “viejo”, de aquél que tu lado, como uña y carne, supo cualificar tu grandiosa valía y sobre todo tu humildad y la pureza de tu corazón. Todavía recuerdo “mi vieja”, cuando ya no podía subirte más el salario de acuerdo a tu puesto y te dije: “vieja, te quiero nombrar vicegerente para justificar el aumento”, y porque tenías el conocimiento “mi vieja”. Habías aprehendido hasta mis trucos y mañas y si yo viajaba no se sentía mi ausencia, pues todo en tus manos seguía caminando como ambos decíamos… “sobre ruedas”. Pero tu humildad “mi vieja”, no te lo permitió, pues creías que si aceptabas el rango, ya nuestros subordinados no te verían con la misma confianza y para vos, el humanismo, ¡era más importante que tu sueldo! Que mi Padre te bendiga siempre “MI VIEJA”, en comunión con los tuyos. Que mi Padre bendiga siempre a cada una de esas mujeres “secretarias” que brillan sobre la tierra como vos brillaste “MI VIEJA”. |
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