El movimiento Talibán ha anunciado que a partir de este domingo lanza una campaña militar de primavera contra las fuerzas de coalición en Afganistán encabezadas por EE. UU., las fuerzas de seguridad y los funcionarios estatales. En su declaración avisaron: "El pueblo afgano debe mantenerse lejos de los lugares de acumulación masiva de personas, de las bases militares y de los centros administrativos para evitar ser heridos durante los ataques".

Los talibanes declararon que sus objetivos principales serán bases aéreas, convoyes, almacenes de munición, jefes de compañías extranjeras y empresas nacionales que colaboran con la OTAN, así como funcionarios estatales de algo cargo, entre ellos miembros del Consejo de Paz del Gobierno afgano que trabajan en la reconciliación con los líderes de las fuerzas insurgentes.