Los Islámicos no son Vikingos - Ritual del entierro - TicoVisión
Escrito en 04/05/11 a 20:43:27 GMT-06:00 Por Administrador
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Los Islámicos deben purificar (lavar su cuerpo), llevar un sudario antes de la envoltura y amarre de sábanas y deben sepultarse en la tierra con la cabeza hacia la Meca.

Los Islámicos no son Vikingos - Ritual del entierro - TicoVisión


04 de mayo de 2011 | TicoVisión | Redacción - | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



Los Islámicos no son Vikingos - Ritual del entierro Islámico



TicoVisión, comentario: El gobierno del señor Obama ha cometido una amplia serie de errores que poco a poco irán surgiendo a luz pública sobre la supuesta captura, muerte y sepultura de Osama Bin Laden. Hoy, describiremos únicamente la forma en que los islámicos sepultan a sus deudos de manera estricta y Bíblica, sean estos radicales o no, sean estos buenas personas o no, sean estos amigos o enemigos etc. Un Islámico no es un vikingo que deba echarse al agua, eso es rotundamente falso, el cuerpo debe sepultarse en la tierra y con la cabeza del difunto orientada hacia La Meca.



Los cuerpos ya envueltos después de ser purificados, jamás deberán tocar la tierra, para lo que se colocan tablas debajo y sobre el cuerpo.
El momento de la muerte (Óbito).

En el momento inmediatamente posterior al óbito (o sea el último suspiro, que es cuando el alma abandona al cuerpo), después de pasados los primeros minutos de dolor por parte de los presentes, alguien de sus allegados deberá subir la mandíbula del fallecido, luego pasar la mano de arriba hacia abajo sobre sus ojos para cerrar sus párpados, y cubrir el cadáver con una prenda o trozo de tela.


Informar de su muerte

Anunciarla lo más rápido posible de acuerdo a las formas y circunstancias del medio en que se vive, a través de diarios, radios o simplemente por medio de los miembros de la comunidad. Además, comunicar la muerte de manera oficial a las autoridades competentes  para así preservar los derechos del fallecido y  de sus herederos.

Es necesario conocer si el fallecido habría comunicado sus últimos deseos a su cónyuge o a sus hijos o a cualquier otra persona de su conocimiento, referente  a su entierro o a cualquier otra diligencia  a realizar. Todo tipo de deseo factible de cumplir no estando en contra de los principios islámicos, deberá intentar realizarse, por ejemplo ser enterrado al lado de sus parientes, si ellos están inhumados en el cementerio de la ciudad donde este murió. Trasladar el féretro hasta otra ciudad, va en contra  de nuestros preceptos,  por lo tanto es aconsejable enterrar a un musulmán en el cementerio de la localidad donde murió. Hacer de su tumba un monumento tampoco es aprobado, ni construir una mezquita  o algo fastuoso sobre ella.

Preparativos para el entierro

Obtenido el certificado de defunción y el permiso de inhumación, se procederá a preparar al fallecido según el ritual islámico, que consiste en:
  1. Bañar al fallecido (Gusul).

  2. Amortajarlo (Takfín).

  3. La ceremonia religiosa: Oración fúnebre y honras.

  4. Sepultarlo.

La ablución funeral (Gusul).

Bañar al fallecido (purificar su cuerpo para ser digno de llegar don Alá -Dios-) antes de proceder a amortajarlo y enterrarlo es un precepto islámico, y el realizarlo es una obligación de la comunidad (Fard Kifaia), es decir, si alguien de la comunidad lo cumple, el resto quedará exento.

El objetivo del baño es hacerlo presentable ante aquellos que lo despedirán. No obstante, siendo un hecho ritual, tendrá que seguir las reglas islámicas que se enumeran a continuación.

¿Quién deberá ocuparse del bañado?

Es preferible que la comunidad musulmana tenga su funeraria propia, así pues, encomendar el proceso del entierro a una entidad conocedora de las reglas del bañado, del amortajamiento, y del entierro, evita las iniciativas inadecuadas e inoportunas. No obstante, dada la simplicidad de la tarea, cualquier musulmán puede hacerse cargo del funeral, siempre y cuando reúna las siguientes condiciones:
  1. Ser una persona digna de confianza (para no revelar lo que viera de las intimidades físicas del fallecido).

  2. Ser del mismo sexo del fallecido (excepción hecha para el cónyuge y para los de corta edad).

  3. Ser conocedor de las reglas rituales fúnebres.

Si  esta persona es de los familiares más cercanos tendrá prioridad sobre los demás. En todo caso quien baña a un difunto será bien remunerado por Dios. Así el Profeta Muhammad  dijo: "Quién bañe a un difunto y guarde sus secretos, Dios le perdonará y bendecirá".

¿Cómo se realiza el baño ritual?

Es preferible que la persona encargada de la ablución fúnebre, se haya hecho una ablución previa, así estará física y psíquicamente en condiciones de realizar el baño.

Se comienza diciendo: Bismillah Ua'Alá Millati Rasulillah (En el nombre de Dios, y acorde a las enseñanzas de Su Mensajero).

Luego se cubrirá el cadáver con una prenda o trozo de tela y se lo despojará de sus ropas.

Durante todo el proceso del lavado, quién bañe, procurará no dejar al descubierto ninguna parte del cadáver, si no fuese necesario, para cumplir con la tarea.

El baño consiste en duchar y limpiar el cadáver, hacerle la ablución menor (Udú) y secarlo con una toalla limpia.

Se procede al baño propiamente dicho, comenzando con una presión con las palmas de las manos (enguantadas) sobre el estómago del fallecido, para provocar la evacuación de los excrementos retenidos en el último tramo del intestino. Se limpia la zona con agua y jabón, luego se limpia todo el cuerpo (con agua y jabón) como en cualquier baño. Se podrá repetir este procedimiento tantas veces sea necesario, para la buena limpieza.

Luego se procede al Udú - ablución normal - (es la ablución que se realiza antes de las oraciones), pero sin necesidad de enjuagar la boca ni la nariz.

Por último se ducha el cadáver con agua de arriba hacia abajo, comenzando con dejar escurrir abundante agua sobre la cabeza, luego sobre el lado derecho del cuerpo y por último sobre el lado izquierdo. Se seca el cuerpo, se peina el cabello y se perfuman ambos.

¿Cómo hacer ante la imposibilidad de bañar al difunto?

En caso de falta de agua, o si se temiera destrozar aún más el cuerpo del difunto en caso de grandes quemaduras o accidentes o, en ausencia del cónyuge del fallecido y de otra persona de su sexo, entonces se recurre al  "Taiammum" (mundificación alternativa, o ablución seca), es decir, quién baña pondrá sus manos (palma abajo) sobre cualquier superficie seca, preferentemente suelo arenoso, tierra o simplemente sobre una alfombra o algo similar y las frotará sobre la cara y las manos del fallecido.

Por último, puede darse el caso de no encontrarse más que una parte del cuerpo del fallecido (un brazo o parte de algún miembro), por ejemplo: en el caso de explosiones, terremotos, bombardeos, etc. Si esto sucede, se le dará el mismo tratamiento del cadáver normal.

El amortajamiento.

Recordemos que amortajar a un musulmán es Fard Kifaia (deber de la comunidad). Quien lo realiza exime al resto de hacerlo.

La mortaja es simplemente una prenda o trozo de tela de extensión suficiente para envolver todo el cadáver, preferentemente de color blanco.

La Tradición Profética, recomienda utilizar tres paños blancos (sudarios), uno tras otro, para el hombre y, dos paños más tres elementos complementarios para la mujer (que veremos más adelante). Pero advierte contra el encarecimiento y la ornamentación. Estos paños, además de ser nuevos, serán de tela normal y corriente (no serán de seda ni cualquier otro tejido costoso).

¿Cómo deberá amortajarse a un hombre?

  1. Se extienden los paños o sudarios unos sobre el otro, de modo que el primero en extenderse de ellos, sea el más amplio.


  2. Se traslada el cadáver (recién bañado) cubierto con una tela, hasta donde están extendidos los paños y se lo deposita sobre ellos.


  3. Se comienza doblando el paño superior, cubriendo la parte del cuerpo del lado derecho, luego se dobla el resto del paño sobre la izquierda del cuerpo, de modo que éste quede cubierto con el primer paño. Se realiza el mismo procedimiento con los restantes paños, hasta completar los tres. De acuerdo a la figura:



  4. Completado esto, deberán ajustarse estos sudarios al cuerpo con trozos de tela en forma de hilos. Los que se soltarán al ser depositado el cuerpo en la tumba.

Completado esto, se perfuman los sudarios.

¿Cómo debe ser el amortajamiento de una mujer?

Recordemos que deberán usarse, en la medida de lo posible, cinco elementos, para el caso de una mujer, que están compuestos por:
  1. Una falda o trozo de tela que ceñirá sus muslos.

  2. Una camisa larga, blusa o camisola.

  3. Un velo que cubrirá su cabeza y dos paños que cubrirán el cadáver, los que se atarán al cuerpo, y  soltarán sus ataduras en la tumba (de forma similar a la del hombre).

Terminada la tarea, se deposita el cadáver dentro de un féretro, para facilitar su traslado hasta el cementerio. Es aconsejable que el ataúd sea simple, con el fin de no agobiar a los familiares del fallecido con gastos innecesarios, y al mismo tiempo, sea lo suficientemente fuerte para ser reutilizado con otros fallecidos.

Estando en países no islámicos, donde existen normas y legislaciones que obligan a mantener el cadáver 24 horas antes de sepultarlo (por ejemplo, en  Argentina), no es  impedimento aprovechar la ocasión para escuchar un sermón, o un comentario que nos haga recordar sobre los deberes ante Allah y ante el prójimo. Tampoco es desaconsejable leer o escuchar la recitación del Sagrado Corán. Es decir, aprovechar el tiempo comprendido entre el amortajamiento y el entierro, (si bien no es ningún precepto ni tradición islámica, simplemente es llenar un tiempo obligado con algo útil) en  lugar de dar rienda suelta a bullicios o conversaciones impropias  del momento.

Nota: en el caso de muertes a raíz de grandes catástrofes, epidemias, etc. y no disponerse de sudarios suficientes, se amortajarán dos o más muertos con un solo sudario y se podrán también enterrar en una misma tumba. Tal como lo ocurrido con los creyentes caídos en la batalla de Uhud -Allah se complazca de ellos-.

Antes de finalizar, advertimos sobre el uso de velas o cirios alrededor del cadáver, ya que esto no es costumbre islámica.

La plegaria fúnebre.

Se define la plegaria fúnebre como un  FARD KIFAIA   "deber colectivo" hecho por algunos, quedando los demás miembros de la comunidad exentos.

La misma consiste en los siguientes pasos sucesivos:
  1. Takbirat ul Ihrám (de apertura) ALLAHU AKBAR, seguida por la recitación de Al Fátiha.

  2. La segunda Takbira, luego seguida por Salatul Ibrahimía.

  3. La tercera Takbira, seguida por una súplica por el difunto.

  4. La cuarta y última Takbira, seguida por una súplica general o amplia. Y finaliza la plegaria con una o dos Taslima (Assalamu ‘aleikum).

La manera de realizar esta plegaria es muy peculiar, se hace de pie (calzado, si no se estuviese en un piso alfombrado), sin Ruku’ (inclinación) ni Suyud (posternación).

Puede realizarse en una mezquita, en un salón, o bien en el solar del cementerio (dedicado a la oración funeraria o Musalla) o en su defecto, en cualquier lugar antes de proceder al entierro, e incluso después de éste, si por algún motivo no se hubiere podido realizar la plegaria.

¿Cómo se realiza la "Salat Ul Yanaza"?

Se coloca el féretro en el suelo, en sentido perpendicular a la Qibla (dirección hacia la Meca) y el Imám (o quien oficie de guía religioso),  se sitúa detrás del féretro (preferiblemente detrás de la cabeza del difunto si es varón o detrás de la parte media del cuerpo, si es mujer). Ver figura:


Los demás se ponen de pie, en hileras detrás del Imám.

La condición exigible es que todos los que hagan esta oración deberán tener la ablución, (como se realiza para las oraciones tradicionales). En  caso de no tenerla hecha, y que el tiempo apremie  para hacerla, entonces se sustituye por el TAIAMMUM (ablución alternativa, explicada anteriormente). El Taiammum es válido, tanto para la ablución mayor como para la menor.

Cumplidos estos requisitos indispensables, y:

  1. Ordenados los participantes para la plegaria, el Imám antes de dar comienzo a la misma, suele explicar en voz alta la manera de realizar esta oración. Luego expresa la intención (Níia) de efectuarla, y exclama la llamada de apertura: Allahu Akbar (Takbirat ul Ihrám), elevando las manos hasta la altura de sus orejas. Los seguidores del Imám (Ma'mumún) lo seguirán paso por paso.


  2. Todos recitarán susurrando el pasaje de la apertura del Corán: Surat ul Fátiha: Bismillahi Rahmáni Rahím (En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso).

    Alhamdulillahi Rabbil ‘Alamín (Alabado sea Dios, Creador del Universo).

    Arrahmánir Rahím (Clemente, Misericordioso).

    Máliki Iaumiddín (Soberano en el Día del Juicio).

    Iiáka Na‘budu Ua Iiáka Nasta‘ín (Solo a Tí adoramos y de Tí imploramos ayuda).

    Ihdinas Sirátal Mustaqím (Guíanos por el sendero recto).

    Sirátal Ladhína An‘amta ‘Aleihim Gairil Magdúbi ‘Aleihim Ualad dalím (El sendero de quienes agraciaste, no el de los execrados ni el de los desviados).

    Amín (Amén).

    Esta sura es la única de obligada recitación en el idioma litúrgico musulmán, o sea el idioma árabe.


  3. Terminada Al Fátiha, exclama el Imám otra Takbira (ALLAHU AKBAR) como en el paso anterior, luego pronuncia en voz baja As Salauát ul Ibrahimía en árabe, o en su defecto en castellano o cualquier otro idioma: Allahuma sal-li ‘Ala Muhammadin Ua ‘Ala ali Muhammadin, Kama Sal-laita ‘Ala Ibrahima  Ua ‘Ala ali Ibrahima. Ua Barik ‘Ala Muhammadin Ua ‘Ala ali Muhammadin, Kama Barakta ‘Ala Ibrahima Ua ‘Ala ali Ibrahima Fil ‘alamina Innaka Hamidun Mayid.

    (Señor nuestro, colma con tu gracia a Muhammad y a la familia de Muhammad, como colmaste con tu gracia a  Abrahám  y a la familia de Abraham. Y bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad como bendeciste a Abraham y a la familia de Abraham. Ciertamente, Tú eres loable, majestuoso).

    Este pasaje de oraciones, se recita al final de cualquier plegaria, antes de finalizar con At Taslima: (Assalamu Alaikum ua Rahmatullah).


  4. Finalizada la recitación de las oraciones mencionadas en el párrafo anterior, exclama el Imám otra vez: Allahu Akbar, luego cada participante de la oración realizará para sí, una súplica por el difunto en árabe o en otro idioma, por ejemplo:

    Allahummagfir lahu Uarhamhu Ua nayyihi min ‘Adhábil Qabr, Uamhu Jataiáhu Ua Da‘if Fi Hasanatihi, Ua‘fu ‘anhu, Ua uassi‘ Fi Qabrihi, Ua Adjilhu Fasíha Yannátik. (Señor nuestro,  ten misericordia con él y perdónalo, sálvalo del castigo de la tumba, perdónale sus pecados y multiplica sus buenas obras. Indúltalo, haz de su tumba un refugio feliz. Ingrésalo a Tu divino paraíso).

    Si el difunto es de corta edad se puede añadir:

    Allahumma y‘alhu Rahmatan li abauaihi,  Ua Salafan Ua Dhujran, Ua Shafi‘an Ua  Zaqqil  Bihi Mauazinahuma. (Señor consuela a sus padres, recompénsales y haz de su hijo un intercesor para ellos ante Ti).


  5. La cuarta fase de esta plegaria, comienza con una cuarta y última exclamación (Takbir) por parte del Imám, seguido siempre por los demás  participantes, luego cada uno hará una súplica general por breves momentos, por ejemplo:

    Allahumma Nauuir ‘Uqulana, Uahdina ‘Alas Sirátil Mustaqím Ua tauaffana Muslimin, Ua adjilna Fi Yannatik (¡Señor! Ilumina nuestro pensamiento y guíanos por el sendero recto. Haznos morir  como musulmanes, e ingrésanos en Tu paraíso).

Luego el Imám finaliza la plegaria con At Taslima de Clausura (Assalamu ‘Aleikum ua Rahmatullah) girando su cabeza hacia la derecha, o bien hacia la derecha y luego hacia la izquierda.

Quien haya perdido parte de la plegaria fúnebre, podrá seguir al Imám en lo que resta de la misma, y cuando el Imám finaliza, el participante completará las Takbiras no realizadas, es decir al final debe completar las cuatro Takbiras. En  caso de temerse por falta de tiempo, y que el féretro sea trasladado antes de recuperarse la Takbira faltante, no será necesario completarla siendo suficiente lo realizado hasta el momento, es decir, se termina la plegaria con el Imám.

El cortejo fúnebre. (Tashií al  Yanaza).

El cortejo fúnebre es una manifestación de despedida digna a un miembro de la comunidad islámica, cualquier cortejo fúnebre sea de un musulmán o de cualquier seguidor de otra religión, es digno de rendir homenaje  ante su desaparición.

Algunos Compañeros del Profeta  se ponían de pie  y guardaban silencio, al pasar un cortejo delante de ellos, fuese o no un musulmán.

Es recomendable acompañar al difunto hasta que sea enterrado y rezar por su alma. Es digno de quienes acompañan al cortejo hacer un examen de conciencia ante el significado de la muerte y el destino final de todo ser viviente. Deberán recordar que algún día ellos serán los trasladados y rendirán cuentas de su obra en este mundo ante Allah -Subhanahu ua Ta‘ala-

Traslado del féretro.

El traslado de los restos de un fallecido de una ciudad a otra es un hecho reprobable.

El traslado debe efectuarse cuanto antes hacia la mezquita, la funeraria o hacia el cementerio donde se realizará la oración fúnebre.

La inhumación.

El suelo o tierra del cementerio es la morada natural de nuestros fallecidos. En la tierra se completa el ciclo vital del hombre, al que el Corán cita en el versículo 20/55: "De ella (LA TIERRA) os creamos, a ella  os retornaremos y de ella os haremos surgir otra vez".

La incineración del cadáver no es aprobada por ninguna escuela jurídica islámica. Las bóvedas, mezquitas-tumbas, tumbas monumentales, son desaprobadas en el Islam.

Asimismo, enterrar a un musulmán con ataúd o con elementos de valor es reprobable.

La filosofía que hay detrás de todas las limitaciones mencionadas anteriormente,  evidencia que el Islam nos orienta siempre hacia lo práctico y útil, y que los recursos de la tierra deberán ser destinados al bien común, es decir a los vivos, a los que la necesitan para seguir en el camino de la supervivencia. Todo gasto innecesario para los muertos perjudica a los vivos.

Cada palmo de tierra dedicado innecesariamente a un muerto perjudica a los vivos. Donde encontraríamos un lugar en la tierra para vivir, si hubiésemos hecho de la superficie de la tierra un bosque de tumbas monumentales.

La tumba para los musulmanes es una morada funcional, en ella se protege al cadáver de toda agresión externa, hasta que sea absorbido  por la misma tierra.

Modo de efectuar la inhumación.

Trasladado hasta el borde de la tumba, se retira del ataúd el cadáver amortajado   y se procede al entierro propiamente dicho.

La tumba será abierta en sentido perpendicular a la Qibla, con una profundidad suficiente para proteger al cuerpo de cualquier intento de profanación o exhumación criminal. Ver figura:



La excavación deberá tener por lo menos una profundidad de 1,45 metros, y un ancho y largo lo suficiente para que el cadáver quede extendido horizontalmente  e inclinado levemente, sobre la pared más cercana a la Qibla. Esta es la forma tradicional y más utilizada en Occidente (figura a). También se puede realizar un corte (Shaq) longitudinal en el fondo de la tumba sobre la pared más cercana a la Qibla, según muestra la figura b, tal como lo realizado en la tumba del Profeta Muhammad  debiéndose  reforzar estas paredes para evitar su derrumbe.

Retirado el cadáver del ataúd y recogido por uno o dos hombres que hayan bajado previamente  en ella, se introduce en la tumba o en la hendidura, de la forma más conveniente, haciendo que su cabeza quede inclinada a la derecha mirando hacia la Qibla. Luego de depositarlo, se soltarán los nudos de las cintas que ataban los sudarios, especialmente los que están a la altura de los pies.

Quien oriente el cadáver en ese momento, es aconsejable  que exprese BISMILLAH UA ‘ALA MILLATI RASULILLAH (En el nombre de Dios y acorde a las enseñanzas de su Mensajero).

Luego, se procede a tapar o cerrar con piedras o ladrillo. Se vierte la tierra hasta un palmo  sobre el nivel del suelo del cementerio.

Poner una lápida sobre la tumba no es reprobable si el propósito es marcar el lugar de la misma. Es preferible que las personas encargadas de depositar el cadáver en la tumba sean los amigos o familiares del fallecido.

Una vez finalizado el entierro se hace súplica por el difunto y por todos los difuntos de los presentes. Es preferible que uno de los hijos anunciare la disposición de responder ante cualquier deuda documentada que su padre haya contraído en vida. Luego se dispone  junto con sus familiares más inmediatos a recibir el pésame de los asistentes (antes de salir del cementerio).




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Comentarios de este artículo:
 
 Y los asesinados??
Escrito en 04/05/11 a 23:33:23 GMT-06:00 Por Armando Garcia
Y los asesinados por osama y los demas islamicos, que no han respetados a sus victimas,le han cortados la cabezas y el cadaver es arrastrado por las calles y expuesto a la burla y escarmio por turba islamica cobarde. Donde esta el respecto que ahora pretende exigir. Ese cobarde murio como estaba viviendo como rata, apesar de que se menciona como "masion" ese bunker, dentro del edificio era de lo mas sucio y pestilente, propio para esa rata asquerosa. Y se hizo justicia.

 La fiebre anti-Obama
Escrito en 06/05/11 a 07:50:30 GMT-06:00 Por Jorge_Cuadra
La fiebre anti-Obama lleva a la gente cuerda por los caminos de la locura. Es una locura estar haciendo tanta alaraca por la forma en que los USA supuestamente trataron el cuerpo de Osama Bin Laden a la hora de su supuesto entierro en alta mar.

Resulta que la administración Obama ha cometido muchos errores al respecto, como que si Bin Laden se mereciera un entierro digno de parte de los USA y de toda la humanidad. A los terroristas hay que tratarlos como tales y si acaso las fuerzas armadas de los Estados Unidos tuvieron todas esas delicadezas que pide el ritual musulmán para con sus muertos, entonces la hora final le ha llegado a la super potencia americana.

Más disparate es todavía el poner en duda el resultado del operativo de Pakistán. Cuando Obama da la luz verde con solo el 60% de probabilidades a su favor, puso en juego no solo su posible reelección, sino incluso su mandato.

Si el Presidente Obama ha llegado tan lejos, es porque tiene en su puño los pelos de la mula y puede decir que es parda.

No hay que ser un genio de la NASA para comprender que ante una mentira el que más pierde es el Presidente Obama. Bin Laden solo gana si está vivo, a como lo piensan millones de personas alrededor del mundo. A Bin Laden solo le basta dar una conferencia de prensa mundial para decir que está vivo y que el Presidente Obama es un mentiroso. ¿Ustedes creen que si Bin Laden estuviera vivo, no lo hubiera pregonado en todo el mundo? Entonces el que tiene que demostrar que Obama miente, es el propio Bin Laden y si no se da la conferencia de prensa, es porque está muerto y sepultado en las profundidades de un océano.

Es una lástima que medios de comunicación como al que le estoy escribiendo, haga eco de una duda tan burda y dañina para los intereses, presentes y futuros, del Presidente Obama.

Piensen y verán que la lógica no miente.
Atentamente,
Jorge J Cuadra V
Chinandega, Nicaragua

 Osama no era Vikingo
Escrito en 06/05/11 a 17:20:03 GMT-06:00 Por Aquiles Chavarria
Ni era Vikingo ni era un santo y al haber asesinado a miles de personas, afectado a la humanidad desestabilizando el mundo y encareciendo la vida de la mayoria de los habitantes de este planeta no creo que haya tenido derecho a ningun entioerro digno... demaciado hicieron hechandolo al agua con los rituales arabes

 No es el propósito
Escrito en 06/05/11 a 21:00:01 GMT-06:00 Por czalomon
Los compañeros cibernautas han hecho críticas acertadas pero sobre un objetivo distinto a lo que el artículo expresa. El artículo no está calificando quién era Bin Laden o si este merecía un entierro, lo cual sería un tema aparte. El artículo es claro y desmiente lo dicho por el presidente Obama solamente, asi como da a conocer cuál es el verdadero procedimiento dentro del Islam. El presidente Obama dijo que le habían enterrado según el procedimiento islámico; y mintió.

Que Osama era un criminal? estamos de acuerdo, y si en mis manos habría estado no lo hubiera matado de inmediato, sino que le hubiera hecho sufrir un rato.

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