Y si se hicieran esas preguntas podrían hacerse muchas  más  derivadas de las anteriores,  como por ejemplo ¿qué quienes entre los militares y agentes de inteligencia de Pakistán lo sabían, quienes lo protegían y porque lo hacían?. ¿Y si lo sabían nuestros aliados que reciben más de mil millones de dólares cada año en ayuda que ellos gastan a como les da la gana, será posible que nuestros militares, sin cuya venia los militares de Pakistán no recibirían esas ingentes sumas también lo supieran? Y viendo la forma miserable en que el terrorista vivía, encerrado en un tercer piso sin permiso de salir ni al patio, sin Internet, ni telefono, ni TV,  de hecho un prisionero sin capacidad de dirigir nada, podríamos hacernos esta otra pregunta: ¿ existe en realidad una organización terrorista internacional con capacidad de golpear a Occidente y a los US en particular, o es todo esto una gigantesca exageración para justificar guerras sin objetivo definido y la sangría de millones de millones al Presupuesto en contrato para armas que nunca se van a usar, en sobresueldos para los militares que están fuera del país, en gastos para la reconstrucción de lo que nosotros mismos destruímos a bombazos y sobre lo que no se lleva Contabilidad?

Esta preguntas no son vacuas y tienen precedentes en casos similares, más ahora que sabemos que de los tres mil millones de dólares que de nuestro raquítico y deficitario Presupuesto se le dan a Israel todos los años estos devuelven por debajo a través del Lobby Israelí un 10 % más o menos para ser distribuído entre los políticos de este país que están a su servicio, y no al nuestro,  que son los que aprueban los tres mil millones. (Ver el libro de los Drs. Mearsheimer y Walt donde se cuenta esto en riguroso detalle). A la luz de lo anterior, ¿no sería posible que en el caso de Pakistán y sus militares y los nuestros estè ocurriendo lo mismo ?

Las dudas aumentan ahora que se ha develado  que las agencias de inteligencia nuestras sabían, desde hace meses según dicen ellas, años tal vez según los que no les creen el cien por ciento todo lo que dicen, su ubicación exacta, con quienes vivía, que comía, que hacìa con su basura y con lujo de detalles que hacía o no hacía.  Estas dudas se incrementan al saberse que  la vigilancia a que lo sometían nuestros espías, para no mencionar a sus carceleros pakistaníes era tal que habían alquilado una casa propiamente enfrente a su reducto, la que habían remodelado para instalarle ventanas tipo espejo para así poderlo espiar, filmarlo, fotografiarlo y oírlo con toda comodidad?

Pero la gran pregunta sería, ¿que ocurrió en estas últimas semanas que los obligó a matarlo después de no haber querido hacerlo desde el 2001 cuando lo dejaron escapar en Tora Bora? ¿Sería que nuestro Presidente actual no sabía de todo esto y al enterarse ordenó su ejecución? Y si fué así, ¿como es que llegó a enterarse? ¿Sería que los militares por su propia voluntad fueron a la Oval Office a confesar todo y ponerse a merced del Ejecutivo, que los podía haber acusado incluso de traición, o sería que alguien , no contento con los arreglos que a él le tocaban tañó la guitarra y se tiró la ranchera enterita?

Estas y otras preguntas que por el momento no han sido respondidas es posible que queden en la misma gaveta donde se guardan misterios como el de la muerte de Kennedy, o la desaparición de Jimmy Hoffa. Otras se sabrán tal vez por accidente. Lo que si es seguro que los militares involucrados en este asunto van a recibir innummerables medallas por sus valiosos servicios a la Patria y serán ascendidos al grado más alto posible. Esperemos el documental de Michael Moore para tener más información sobre el asunto.