Según el portavoz unos 23 atacantes, entre ellos unos 15 terroristas suicidas, murieron durante las refriegas con la policía y los militares afganos.

Ante la reciente muerte en Pakistán del terrorista 'número uno' a manos de las fuerzas especiales estadounidenses y las amenazas de Al Qaeda y otras organizaciones extremistas islámistas, la secretaria de Seguridad Nacional norteamericana, Janet Napolitano, declaró el sábado que la amenaza de Al Qaeda sigue vigente, a pesar de la muerte de su líder.

A través de una página en Internet los extremistas prometieron vengar la muerte de su mentor persiguiendo a los ciudadanos estadounidenses y a sus aliados dentro y fuera del país.

La muerte de Bin Laden, anunciada esta semana por el presidente Obama, generó una serie de cuestiones, entre las que figura la incógnita del posible sucesor del terrorista al frente de su organización. Muchos expertos opinan que las riendas de Al Qaeda podrían pasar a la 'mano derecha' de Bin Laden, el egipcio Ayman al Zawahiri, que también es uno de los terroristas más buscados por las autoridades estadounidenses.

Al Zawahiri, de 60 años, es considerado como el principal ideólogo de Al Qaeda y el responsable de algunos atentados realizados por la red en los últimos tiempos. La Interpol ordenó su busca y captura tras los atentados del 11 de septiembre, bajo la acusación de ser una de las cabezas de Al Qaeda.

Cabe mencionar que después de que se divulgara la sensacional noticia sobre la muerte de Bin Laden, surgieron dudas sobre la veracidad de la misma ya que las autoridades norteamericanas se abstuvieron de mostrar al público las fotos del cadáver del terrorista 'número uno', ni tampoco presentaron sus restos, comunicando que habían "sepultado" el cuerpo de Bin Laden en el mar. No obstante, después de que se obtuvieran los resultados de la prueba de ADN que confirmaban la identidad del líder de Al Qaeda, la actitud de los que no creían en esta muerte, cambió.

Además de originar incógnitas, el exitoso operativo de la división especial de la Marina de EE. UU. provocó una gran alegría entre numerosos estadounidenses que salieron a las calles a celebrar la muerte del presunto organizador del 11-S.

Durante el operativo los militares estadounidenses confiscaron gran cantidad de material audiovisual que actualmente se está descifrando. Las autoridades norteamericanas esperan que la información obtenida ayude a prevenir los posibles atentados que podría haber planeado Al Qaeda.