tropas usan los sionistas para asegurarse la obediencia de las autoridades de Washington, París, Londres, Atenas, Madrid y de otras naciones europeas, es el haber impedido la salida de la II Flotilla de la Libertad que tenía previsto zarpar de Grecia con ayuda humanitaria para el pueblo palestino de Gaza que sufre desde hace años el brutal bloqueo de Israel.

La flotilla, integrada por diez naves de pasajeros y dos de carga de diferentes banderas con unos mil activistas estadounidenses, españoles, franceses y de otras naciones, y más de tres mil toneladas de alimentos, medicinas, materiales de construcción y ambulancias entre otros productos a bordo, fue objeto de sabotaje mientras permanecía anclada a espera de la orden de zarpe.

Buzos contratados por Israel destruyeron las hélices de dos de las embarcaciones y, de no ser porque las tripulaciones descubrieron las averías a tiempo, de seguro habrían naufragado con posible saldo de pérdidas humanas y del cargamento donado por particulares y ONG defensoras de los DDHH, pero, ni una sola pieza por los gobiernos europeos ni por Washington cuya secretaria de Estado, Hillary Clinton, criticó la misión humanitaria.

La canciller yanqui expresó con sarcasmo y burla, que “no creemos que la II flotilla sea un esfuerzo necesario o útil para tratar de ayudar al pueblo de Gaza, y como dando “luz verde” a un ataque similar al realizado por la marina de guerra israelí hace poco mas de un año contra la I Flotilla de la Libertad, en el que fueron asesinados nueve activistas que iban a bordo, dijo que “son actos provocadores e innecesarios, los intentos pro-palestinos de romper el bloqueo.

Su afirmación es otra prueba de la sumisión y dependencia de EEUU al poder sionista, ya que de otra manera nadie se explica cómo una abogada como ella, responsable del ministerio de Exteriores de su país, se exprese con tal desfachatez y sostenga una aberración jurídica como esa, que ignora los más elementales principios y normas del Derecho Internacional y del Derecho sobre el mar que protege la navegación en aguas internacionales.

Además, otras cuatro embarcaciones: la Audacity, estadounidense; la Tahrir, canadiense; la Gernika, española, y la francesa Dignité, que burlaron el cerca naval impuesto por Grecia, fueron perseguidas e interceptadas por buques de guerra griegos, siendo detenidas sus tripulaciones, lo mismo que las naves, por algún tiempo, sin que los gobiernos de Washington, Madrid y París protestaran la ilegal medida, limitándose a guardar un silencio cómplice.

Otra prueba de la sumisión de la superpotencia yanqui y la Unión Europea a los dictados del Estado sionista, es el silencio que mantienen sus cancillerías ante el bloqueo aéreo impuesto Israel a centenares de activistas de Estados Unidos, Francia, Alemania, España y de otros países que, en protesta contra el bloqueo naval impuesto a la II Flotilla de la Libertad, decidieron viajar por aire a Gaza para expresar su solidaridad con el pueblo palestino.

Y en una nueva e ilegal acción que evidencia el diabólico poder que el sionismo ejerce sobre esos gobiernos, el régimen israelí ordenó a todas las aerolíneas europeas y estadounidenses cancelar los boletos aéreos que cerca del medio millar de pasajeros habían comprado bloqueando de esta forma su viaje a través del aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv único terminal por el que se puede llegar a Gaza por vía aérea.

Militares y policías tomaron el terminal aéreo, y después de detener a los pocos habían llegado antes de que se diera la orden a las líneas aéreas, los expulsaron a sus países de origen, dando origen a masivas manifestaciones de protesta en los aeropuertos internacionales de Paris, Berlín, Madrid y frente a las embajadas de Israel en esas y otras naciones incluyendo la realizada frente a la sede diplomática sionista en Bogotá.

Pero toda la crueldad y saña desatada contra una causa tan noble como la que persiguen los organizadores de la flotilla de la Libertad y el abuso de impedir la llegada a Gaza de miles de activistas que protestaban contra el bloqueo palidecen ante el impune accionar que el Estado sionista de Israel ha desatado horrendos crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino durante más de medio siglo, todos tolerado y apoyado por EEUU y Europa.

Masacres como las de Sabra y Shatila, invasiones al Líbano y a la Franja de Gaza, en las que perecieron miles de niños y mujeres; la construcción del “muro de la vergüenza”; el impune crecimiento de los asentamientos judíos en tierra palestina; la demolición de sus viviendas, la detención, torturas y prisión cometidas contra miles y la negativa a suministrarles agua y alimentos suficientes, son sólo la punta del iceberg bajo el cual se oculta el genocidio perpetrado allí por el sionismo.

Esa tragedia humana se originó en 1948 con la proclamación del Estado de Israel en el marco del proyecto hegemónico imperial de conquista del planeta, engendro que Washington pensó usarlo, solo como gendarme y punta de lanza de sus planes para adueñarse del petróleo del Medio Oriente, pero sus estrategas no imaginaron jamás que la criatura que gestaban, se rebelaría contra su padre, para arrebatarle su sueño de dominación mundial y hacerlo propio.

Si alguien se pregunta: ¿Cómo Israel, siendo un Estado tan pequeño, con menos de ocho millones de habitantes y una superficie de 470 km. de largo y de 135 km. en su parte más ancha, teniendo tan poca gente y tan reducido espacio territorial, tener tal insaciable sed y hambre de poder para conquistar al mundo que pretende devorar?.

La respuesta es que el territorio de Israel alberga únicamente los órganos político-administrativos del enorme cuerpo de mil cabezas que es el monstruo del sionismo, cuyos tentáculos alcanzan a EEUU, Europa y otras regiones del planeta, con su cerebro principal, el Lobby judío, en EEUU con sus neuronas conectadas a la Casa Blanca, el Congreso, Wall Street, el complejo industrial-militar, la banca, la industria, los medios, el comercio, la cultura y demás áreas bajo su influencia.

Es una especie de “Ser Supremo”, que está en todas partes, aún cuando muy lejos de ser un ente espiritual, sino una perversa ideología materialista que tiene como único Dios al dinero, y que mientras aguarda el momento de apoderarse de la riqueza del mundo, se alimenta de lo que, muchos de nosotros le aportamos al comprar un auto, una vivienda, un arma o cualquier otro producto a través de un crédito o ir al supermercado, al cine, o ver la televisión.

Porque la inmensa mayoría de las grandes corporaciones transnacionales capitalistas del planeta, como la industria petrolera, automotriz, aeronáutica, aeroespacial, naval, química, farmacéutica, lo mismo que la banca, construcción, las cadenas de supermercados, el cine, la televisión, bebidas, entretenimiento, turismo y todas aquellas que generan grandes ganancias están bajo el dominio y control sionista.

Sus propietarios, gerentes, ejecutivos y accionistas, son casi, sino todos, judíos sionistas que, a través del dinero que acumulan, contribuyen al fortalecimiento de su proyecto de conquista que adelanta esa ideología, ya sea asegurando con su influencia la sumisión y obediencia de los Estados bajo su dominio o moldeando, la opinión pública mundial, a través de los medios que “bombardean las 24 horas del día, la mente de millones de espectadores y lectores.

Solo basta mencionar algunos de esos agentes del sionismo para darse una idea de su poder de dominación política y sicológica, que con su dinero, convierte en siervos a Estados y sus instituciones, mientras sus medios, con su mensaje distorsionador de la verdad y el apoyo de la publicidad, hacen de los millones que acuden al cine, ven televisión, leen diarios y revistas, ciegos seguidores de su pensamiento y esclavos adictos a la voracidad del consumismo.

Exxon Mobile, Boeing Co., DuPont, Honeywell, IBM, Citigroup, Coca Cola, Merck & Co., Procter & Gamble, CNN, ABC, NBC, Fox News, New York Times, Washington Post, Times, Newsweek, The New Yorker, Warner Brothers, Twenty Century Fox, Walt Disney Company y los mas importantes accionistas de Wall Street, son algunas de las gigantescas corporaciones estadounidenses que son propiedad, de mayoría accionaria, regentadas y/o dirigidas por sionistas.

Desde esos centros, el sionismo maneja a su antojo los hilos de un poder casi mundial, que dejó de ser oculto, pues, a medida que avanzan sus planes, se descubren los mecanismo que utiliza en el marco de su estrategia orientada a la conquista del planeta, lo que no parecen entender quienes se creen sus protectores, ignorando que hacen es el papel de marionetas, “tontos útiles”, que se prestan, ciegos, mudos y sordos a sus propósitos.

Barack Obama confirmó hace unas semanas la sumisa y obediente posición de la superpotencia que dirige, a las directrices del sionismo, hablando ante la Conferencia Anual del American-Israel Public Affairs Committee, (Comité de Asuntos Públicos EEUU-Israel), organización considerada como la máxima expresión de sionismo en el país.

“Los lazos entre EEUU e Israel son irrompibles y el compromiso de Washington con ese país es inquebrantable”, dijo ante los asistentes, que respondieron con aplausos, que estimularon su docilidad al Estado sionista y su oposición a las esperanzas del pueblo palestino y a la voluntad del mundo, que reconoce a Palestina como Estado y que espera se concrete en la próxima Asamblea general de la ONU.

“El voto de las Naciones Unidas, -expresó en un tono, mezcla de soberbia y arrogancia- jamás creará un Estado palestino y el eco de su expresión insultante y altanera sonó como música del cielo para los infernales agentes del sionismo que se desbordaron nuevamente en aplausos, vítores y vivas saludando lo dicho por el Premio Nobel de la Paz que hace la guerra."

Su declaración, además de un acto de obediencia, tuvo el inoculto propósito de asegurarse aún más el apoyo económico de quienes le escuchaban, a su campaña electoral en los comicios del año próximo ya que piensa ser reelecto, a pesar de que actualmente solo cuenta con un cuarto por ciento del favoritismo del electorado.

Y es que Obama y los gobernantes europeos saben que con el dinero de las billeteras y chequeras, se puede comprar no sola las cosas valiosas del mundo, sino también conciencias mezquinas y avarientas como las de ellos, pues los acaudalados amos del sionismo poseen mas oro, que todas las reservas de Fort Knox del Bundesbank y del Bank de France juntas.

Pero aunque las tripulaciones de la II Flotilla de la Libertad recogen velas y demás defensores de los DDHH protestan por el bloqueo tras quedar varados en los terminales aéreos o expulsados del aeropuerto Ben Gurion, su espíritu de solidaridad no se rinde y mas bien se fortalece pese a la brutal acometida de quienes pretenden derrotarlos, y buscan nuevos horizontes para volver de nuevo al mar, rumbo a la sitiada Gaza.

Lo mismo sucede en el resto del planeta que defiende su dignidad y soberanía contra los embates del sionismo y sus cómplices, y condena sus ambiciones de conquista planetaria y la complicidad de EEUU y Europa, tontos útiles, que mudos, ciegos y sordos aprueban el genocidio del Estado sionista de Israel, que desde su creación, comete contra el mártir y heroico pueblo palestino, a convertirse mas temprano que tarde en un Estado libre y soberano.