pretende eliminar ese pequeño porcentaje de áreas de Parques Nacionales donde no se permite la pesca y que constituyen un espacio de recuperación para la biodiversidad marina.

La legislación costarricense actual dispone acertadamente que la actividad de pesca comercial está prohibida en parques nacionales, monumentos naturales y reservas biológicas. Sin embargo, en la Comisión Especial Investigadora de la Provincia de Puntarenas  se ha dictaminado afirmativamente un proyecto que permitiría crear áreas de pesca responsable dentro de los parques nacionales.
 
“Esto no es otra cosa que abrir a la pesca comercial las Áreas Marinas Protegidas con categoría de parque nacional. No hay un solo estudio en el expediente legislativo que fundamente la conveniencia o necesidad de semejante iniciativa”, manifestó Patricia Vega, Directora Nacional de MarViva.
 
La diputada liberacionista, Agnes Gómez, quien ha impulsado este proyecto, justifica su accionar en que “para no afectar a los pescadores artesanales que pescan en aguas marinas protegidas y que al ingresar en estas para realizar las faenas de pesca, mediante actos involuntarios, por desconocer los linderos del Parque, se han visto afectados seriamente, con la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 153 de la Ley de Pesca y Acuicultura”.  
 
Sin embargo, la representante de MarViva afirmó que “promover el incumplimiento de la ley es el trasfondo de este desafortunado proyecto. El proyecto en cuestión ofrece una solución simplista y absurda para un problema complejo que requiere un análisis mucho más serio”.
 
Permitir  la pesca en los parques nacionales no va a resolver los problemas sociales y económicos  que enfrentan los pescadores puntarenenses, pero sí afectará la regeneración de la vida marina, pues es necesaria la conservación de estos importantes espacios de reproducción, alimentación y crianza de especies, precisamente para hacer posible la pesca sostenible fuera de estas Áreas Marinas Protegidas.
 
Es un hecho que los parques nacionales brindan protección a ecosistemas vulnerables y permiten que las poblaciones de peces, tanto comerciales como no comerciales, se recuperen de la actividad pesquera. Además, cumplen una función en beneficio de la pesca comercial que se realiza en la costa, pues son semilleros de vida. “Abrir su territorio a la pesca sería un paso más hacia un colapso de las poblaciones de peces costeros y sus pesquerías”, fundamentó, por su parte, Erick Ross, biólogo de la Fundación MarViva.
 
“No han sido capaces los diputados de la comisión puntarenense de ver esta contradicción, con un proyecto que supuestamente pretenden beneficiar a los pescadores solo lograrán finalmente acabar con los peces y condenar a los pescadores a situaciones cada vez más difíciles”, concluyó la Directora Nacional de MarViva.
 
Por su parte, Viviana Gutiérrez, Gerente de Incidencia Política de MarViva, llamó la atención de que “el texto sustitutivo al artículo 9 de la Ley de Pesca y Acuicultura ha sido planteado por una comisión con competencia en asuntos puntarenenses, la cual excedió las facultades que se le otorgaron al crearla,  pues la reforma planteada afectaría a todos los parques nacionales del país, no solo los de la Provincia de Puntarenas”.