Un estudio realizado por colaboradores de la Universidad de Oxford, Reino Unido, encabezados por Jane Green, reveló que cada 10 centímetros sobre la estatura promedia en las mujeres supone un 16% más de riesgo de cáncer.

En el estudio participaron 97.000 pacientes que medían entre 152 y 174 centímetros de altura. En las mujeres de estatura media la morbilidad alcanzó 850 casos por 100.000 mujeres al año. Aquellas pacientes que tenían una estatura de unos 152 centímetros, este índice se situó en los 750 casos, mientras que en las mujeres altas, de unos 174 centímetros, la morbilidad alcanzó los 1000 casos.

Así, las mujeres altas tiene más riesgo de padecer enfermedades oncológicas como el cáncer de mama, de intestino, de ovarios, de piel, así como leucemia y melanoma. Cada decímetro extra aumenta el riesgo de cáncer de mama o de ovarios en un 17%, y en el 19% el de cáncer de útero.

Los científicos todavía no conocen las causas concretas de esta relación. Los investigadores plantean dos teorías. Según una de las hipótesis, las hormonas del crecimiento activas en la infancia y la adolescencia de alguna manera potencian el desarrollo de la enfermedad en los años posteriores.

Otra teoría es bastante simple: los organismos de las personas altas están integrados por una mayor cantidad de células, incluidas células madre, lo que aumenta la posibilidad de mutaciones que podrían conllevar el desarrollo de tumores malignos.