CONEXIONES: ¿Cuál es el mensaje que está enviando la Iglesia Católica en estos momentos de cara a las elecciones?

MONSEÑOR SILVIO BÁEZ: El objetivo primario del trabajo pastoral que la Iglesia está realizando de cara a las elecciones, es de orden evangelizador. Lo que queremos es que los católicos puedan participar en este momento histórico tan importante para Nicaragua, desde su fe. Que lo hagan como creyentes.

Estamos intentando hacerle ver a la gente, que no hay contradicción entre fe y política, sino que tiene que haber una armonía profunda. Estamos intentando hacer ver, que la iglesia no se está metiendo en política. Que lo que está haciendo es, haciendo redescubrir la dimensión política que tiene la fe.

En la carta que no solamente yo, sino también Monseñor (Leopoldo) Brenes como arzobispo, dirigimos a los jóvenes en la Vigilia de Pentecostés en Masaya (a mediados de junio), les decíamos: Recuerden muchachos, la fe es algo personal, pero no privado. De ahí, que si ustedes son creyentes, tienen que mostrar esa fe también en la sociedad y en la política. Si no lo hacen, están privando a la sociedad, de una luz, de un contenido ético y de una experiencia espiritual que está necesitando.

¿El Papa Benedicto XVI está consciente de la realidad de Nicaragua?

Te puedo asegurar con certeza que Su Santidad Benedicto XVI está al tanto de lo que ocurre en Nicaragua. Y te adelanto una noticia: La Conferencia Episcopal de Nicaragua recibió hace pocos días una carta firmada por el Cardenal Prefecto para la Congregación para los Obispos. La Santa Sede, como gobierno, está dividida en dicasterios o curias que se llaman prefecturas. Y ahí está el Cardenal Prefecto para la Congregación para los Obispos. Y nos ha escrito diciendo que en la Santa Sede han leído la carta bíblica sobre el Magnificat que publicamos el 31 de mayo, que la han leído con gran satisfacción y que se alegran en la Santa Sede de ver una iglesia tan viva aquí en Nicaragua, que ilumina al pueblo de esta manera, lo llena de tanta esperanza para el futuro.

El hecho de recibir una carta del Prefecto para la Congregación para los Obispos, por una publicación nuestra, no es normal. Una congregación de la Santa Sede no hace esto, si no es con el conocimiento y la autorización del Santo Padre. O sea, que el Papa está al tanto de lo que ocurre y la Santa Sede está apoyando y animando a la Conferencia Episcopal, en la postura pastoral que ha tomado y que está tomando en este momento de cara a las elecciones.

¿Esta carta que han recibido tiene alguna connotación política más allá de felicitarlos por la labor que han hecho?

No. Yo pienso que simplemente el hecho de decir “les respaldamos”, ustedes pueden imaginarse lo que es para nosotros como obispos, que el Papa te diga: Les respaldamos, vemos una iglesia viva, misionera. Dice: Esto es verdaderamente acompañar a este querido pueblo centroamericano de cara a los eventos que va a vivir este año.

¿Qué va a pasar si llega noviembre y aquí no hay una garantía más o menos considerable, de que las elecciones van a ser transparentes para que la gente salga a votar con confianza?

Nosotros estamos invitando a la gente a que vote, a pesar de todo, por varios motivos: Primero porque creemos que una votación masiva va a hacer más difícil el fraude. Una segunda razón, porque creemos que entre votar y no hacerlo, votar es el mal menor. Los obispos hemos sopesado las dos cosas y hemos dicho: el mal menor es ir a votar.

Nos vamos a pronunciar más adelante sobre algunos criterios que los católicos deben de tomar en cuenta a la hora de elegir un candidato. Y aquí entramos en otro problema serio: ¿Qué candidato? Nosotros no vamos a decir, éste o éste, porque no vamos a apoyar a ningún partido en particular ni a ningún candidato. Pero vamos a dar algunas indicaciones. Un próximo presidente de Nicaragua debería de tener por lo menos, estas características. Y a la gente, en el fondo, lo que le vamos a decir es, elijamos al menos peor. No nos queda otra. Es que nos han llevado contra la pared.

Yo he añadido un argumento más, que lo usé con los jóvenes en el estadio, y es: Muchachos, voten para que se sientan responsables de lo que va a ocurrir el año que viene.

Cuando el señor Ortega puso la mano sobre la Constitución, y dijo “voy a respetar la Constitución, las leyes, el orden, la institucionalidad, y si no, que el Estado me pida cuentas”… ¿Mintió al pueblo nicaragüense el día que tomó posesión, el 10 de enero de 2007?

Yo no sé por qué motivos habrá puesto la mano sobre la Constitución y habrá dicho lo que dijo, si en ese momento ya pensaba hacer todo lo contrario. Es muy difícil entrar a juzgar a las personas.

Nosotros como Iglesia nos hemos limitado a denunciar los actos objetivos, y yo soy uno --ya sé que me tienen por súper opositor--, que a mí no me van a engañar con esas patrañas de… o sea, la Constitución Política ha sido aquí continuamente violada. Y no solamente en el caso de la Presidencia. En la elección de ministros y confirmación de ministros y de embajadores. La Constitución manda que la Asamblea los ratifique. Ninguno de ellos ha sido ratificado por la Asamblea: otro atropello de la Constitución.

Nosotros no hemos entrado nunca a condenar a la persona como tal, pero no nos hemos callado delante de los hechos objetivos.