Usted se ha empeñado en mantener ese contubernio con el PAC, otrora enemigos y ahora amigos por conveniencia, lo que nos demuestra que en la política y bajo las sabanas, todo puede suceder.

     Sigue impulsando un plan fiscal que ya recortó en un 50% de lo que pretendía recaudar y sin embargo, sigue sin escuchar el clamor del pueblo que grita, basta ya! No queremos más impuestos, queremos que se reduzca el tamaño del aparato estatal y que se recolecten los impuestos existentes.

     Reconozco que su testarudez ha hecho que el pueblo, siempre pasivo, ahora tenga un interés común, sea, el de protestar contra su gobierno y sus gobernantes. Esto doña Laura, no lo había logrado ningún gobernante antes. Incluso el señor Arias, quien en sus gobiernos se volvió experto en poner más impuestos al pueblo con sus PAE 1 y 2 que se suponía serían la pomada canaria que sanaría las finanzas del Estado y resultó ser otro vil engaño para cobrarnos marchamos escandalosamente altos, impuestos de traspaso de bienes, y para colmo de males un impuesto de ventas que inició 4 puntos por encima del que tenía C.R. antes y que se suponía se bajaría 1 punto por año hasta regresar al 10% que teníamos. Claro, pura ilusión! Otras cosas en la vida suben y al tiempo bajan, pero cuando se trata de impuestos para el Estado, éstos suben pero no bajan.

     Igualmente y en forma curiosa, otro gobierno de Liberación Nacional creó el impuesto al servicio del 10% que supuestamente sería para asegurar las propinas a los meseros y empleados de ese gremio que tenían un salario bajo. ¿Qué paso luego? El beneficio del impuesto lo reciben no solo los saloneros, sino también el dueño del establecimiento, los miembros de la cocina y limpieza, en fin, casi todos los empleados se reparten esa ¨extra¨ que fuera diseñada para otros fines, hasta la esposa del dueño que no trabaja. Ahora, los tribunales indican que ese beneficio es parte del salario y nuevamente el gobierno, pide que los empleados le den su parte para pagar el despilfarro en la CCSS y si es mucho, que también le den su parte al gobierno central en su impuesto de renta. Al igual que usted lo hace ahora, por décadas los gobernantes le han quitado al pueblo la comida de su boca. Las instituciones crecen en tamaño, pero sus servicios empeoran. El presupuesto Estatal sube como la espuma, pero ni usted ni sus servidores, proponen como disminuirlo y mejorar el servicio. Así, cualquiera es gobernante!

     Creo doña Laura que ya es hora. Es hora de que se baje de ese pedestal y que converse con otros asesores. Es hora de que escuche, escuche al pueblo que se opone a lo que sus servidores recomiendan. Es hora de que vea, de que vea el servicio que las instituciones que usted comanda, no sirven. Es hora doña Laura de que deje de ser política y vuelva a ser ciudadana. Vaya a un Ebais, vaya a un hospital público, vaya al mercado, conduzca por éstas carreteras, pida un servicio de Internet al ICE, pague por su combustible y su marchamo, es hora de que vuelva a recordar lo que es no ser político ni vivir de ello, porque así, somos la mayoría de los ticos!

     Conservo la esperanza de que usted recapacite y escuche. Este pueblo es maravilloso, pero ya está cansado de los abusos de poder por parte de los políticos. Le recuerdo que a pesar de su pasividad, cuando llego un ex presidente para ser juzgado, el pueblo salió a la calle a atacar el vehículo en que era trasladado. No espere doña Laura a que el pueblo decida pronunciarse, podría ser muy tarde.

     De usted atentamente,

     Dr. Juan Carlos Esquivel.