Redacción.-El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, informó ayer que 14 personas murieron calcinadas y 16 sufrieron quemaduras, luego que un grupo de pandilleros incendió un microbús del servicio urbano en esta capital el domingo por la noche.

“Yo no vacilo en calificarlo como un acto terrorista”, dijo Funes en una rueda de prensa tras la inauguración de las operaciones del remodelado Puerto Cutuco, en el departamento oriental de la Unión. El mandatario indicó que al menos siete sujetos, presuntos miembros de la pandilla Mara 18, fueron capturados en relación con el ataque al camión, y que el gabinete de seguridad analiza en reunión de emergencia medidas que se tomarán para redoblar la seguridad.

Funes precisó que algunos lesionados “se encuentran en situación de mucha gravedad” en distintos hospitales tras el incidente. Catorce personas, entre ellas una bebé, murieron calcinadas en un ataque contra un autobús que circulaba en la colonia Jardines, en el municipio de Mejicanos, al norte de esta capital. El hecho, causado por pandilleros que interceptaron el vehículo y lo bañaron de gasolina, causó además quemaduras graves a 16 personas. Funes dijo que el ataque a la unidad de transporte es trágico y obliga a reforzar la seguridad y a investigar qué hay atrás del episodio.

“La Policía de inmediato se movilizó a la escena del crimen y casi en flagrancia realizó detenciones”, incluidos “sujetos que participaron en la ejecución” de los crímenes, agregó el jefe de Estado.

Antes del ataque en Mejicanos, otra unidad fue ametrallada en el mismo municipio, con un saldo de dos muertos por heridas de bala.

“Presumimos que también se encuentran (entre los detenidos) los autores intelectuales. Buena parte de ellos forman parte de la pandillas M-18”, subrayó Funes sin aventurar una hipótesis sobre el móvil de los atentados, al tiempo que pidió a las autoridades judiciales impedir la impunidad.

Las pandillas son el principal problema de seguridad en El Salvador y otros países centroamericanos, pero ésta es la primera vez que en este país atacan a pasajeros de autobuses. La zona donde está el barrio Mejicanos es asediada por pandilleros de las rivales Mara Salvatrucha y la Mara 18, ligadas a extorsiones, en su mayoría contra comerciantes y empresarios de autobuses. Las pandillas están establecidas en los barrios populosos y se estima que tendrían unos 13 mil 500 miembros, de los cuales 5 mil 700 están presos.

El presidente de la Federación de Empresarios y Transportistas Salvadoreños, Catalino Miranda, dijo a la AP que su sector ha sido la principal víctima de los pandilleros, quienes en el 2009 cobraron por unos 18 mdd por extorsiones.

Agregó que ese año fueron asesinados por pandilleros 137 motoristas, cobradores y empresarios, mientras que 37 unidades fueron incendiadas, dejando un motorista murió calcinado. Entre enero y junio del 2010 suman unas 80 víctimas y 15 unidades incendiadas, con dos motoristas calcinados, incluido uno en el incidente del domingo pasado.

Un plan estratégico

“Esta es una nota trágica que nos enluta, que nos obliga a expresar solidaridad y redoblar nuestro esfuerzos”, expresó el mandatario.

Pero al ser consultado sobre la posibilidad de que este crimen inédito obligue a promover penas más duras, Funes indicó que su gobierno “no es reactivo”. Añadió que su administración “tiene un plan estratégico en contra de la delincuencia y el crimen organizado”.