Redacción.-El informe de las Naciones Unidas precisa que la región más afectada hoy en día es el Triángulo Norte de América Central: Guatemala, Honduras y El Salvador.

En ella, la intensa violencia generada por las drogas ha planteado un grave problema para la gobernanza.

“Aunque esos países ya han vivido problemas de violencia, la tasa de homicidios es mayor no en las principales zonas urbanas, sino en las zonas del país particularmente castigadas por el tráfico de drogas, incluidos algunos puertos y determinadas zonas fronterizas.

Aunque se ha hablado mucho de la violencia relacionada con el tráfico de drogas en México, las tasas de homicidio en ese país son considerablemente inferiores y el Gobierno es mucho más fuerte.

La ofensiva contra los cárteles mexicanos ha desencadenado violencia, al igual que ocurrió en Colombia, si bien podría parecer necesario pasar por una etapa así para poder desmantelar los grupos de delincuencia organizada que han comenzado a desafiar al Estado”, indica.

Precisa que “como consecuencia, esto parece haber hecho disminuir el suministro de cocaína a Estados Unidos, y, lo que es más importante, ha sacado de raíz la corrupción generalizada que existía y reafirmado el control del Gobierno en todo el territorio del país”.

Establece que “dado que gran parte de la violencia generada por las drogas en América Central está vinculada a esos mismos cárteles, los avances obtenidos en México deberían beneficiar a los países del Sur”.