La Amnesia Colectiva de los Nicaragüenses - TicoVisión 
¿Tendrá solvencia moral, Fernández Arellano, "Chichí", para ostentar el honroso título de Presidente de las sucesivas Ferias Internacionales de Poetas y Escritores...?
29 de Febrero del 2012 | TicoVisión | Redacción - | Opinión / Análisis | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
La Amnesia Colectiva de los Nicaragüenses
Por Roberto Escobedo Caicedo
He estado leyendo que en la colonial ciudad de Granada se celebró la VIII Feria Internacional de la Poesía (F.I.P.), a la que asistieron numerosos poetas e intelectuales de varios continentes, promoviendo de esta manera el turismo y la prestancia intelectual de escritores y poetas nicaragüenses. Todo eso lo considero muy bueno, pero me sorprende que el Presidente del Comité Organizador sea un antiguo verdugo sandinista, uno de los que más colaboró en dejar la periferia de la capital de la República con numerosas fosas colectivas, donde eran ocultados los cadáveres de los prisioneros políticos "ajusticiados" y que nunca nadie ha tratado de denunciar públicamente a través de los medios masivos de comunicación social, por la sencilla razón que tampoco se constituyó ninguna Comisión de la Verdad durante los gobiernos neoliberales y a que Violeta Chamorro, formaba parte de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, especie de Poder Ejecutivo subordinado a los llamados nueve Comandantes de la Revolución Popular Sandinista.
Me refiero a Francisco de Asís Fernández Arellano, alias "Chichí", el que fue el primer Director General del Sistema Penitenciario Sandinista (DGSPS), responsable de una serie de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas, suficientes para que sea juzgado por la Corte Penal Internacional, ya que las acciones penales de sus crímenes son imprescriptibles. Parece que ahora el orteguismo utiliza la F. I. P. para proyectar internacionalmente un falso mensaje de su apoyo a la cultura.
Como DGSPS, Fernández Arellano fue miembro destacado de la Dirección Superior del Ministerio del Interior, estando estrechamente relacionado con Tomás Borge Martínez, Ministro del Interior; Hugo Torres Jiménez, que en ese entonces era vice-ministro del Interior y Director General de la Seguridad del Estado; Lenin Cerna Juárez, que estaba en proceso de entrenamiento para asumir parte de las funciones de Torres Jiménez; Renán Montero, conocido verdugo castrista que estaba a cargo de la Dirección Quinta del Ministerio del Interior (MINT); Primitivo Rodríguez Blandón, alias Comandante "Pedro", jefe de los interrogadores y torturadores que constituían los "centinelas de la alegría del pueblo nicaragüense", etc.
De la DGSPS, Fernández Arellano pasó a ocupar el cargo de Secretario del Ministerio de la Cultura, cuando el titular era el ex-sacerdote, Ernesto Cardenal Martínez. Organizó el Sindicato de Trabajadores de la Cultura, como un apéndice de la Asociación de Trabajadores Sandinistas, presentando todos los crímenes y robos cometidos por sus compañeros de fechorías como manifestaciones supremas de la cultura nicaragüense.
Como DGSPS, Fernández Arellano fue miembro destacado de la Dirección Superior del Ministerio del Interior, estando estrechamente relacionado con Tomás Borge Martínez, Ministro del Interior; Hugo Torres Jiménez, que en ese entonces era vice-ministro del Interior y Director General de la Seguridad del Estado; Lenin Cerna Juárez, que estaba en proceso de entrenamiento para asumir parte de las funciones de Torres Jiménez; Renán Montero, conocido verdugo castrista que estaba a cargo de la Dirección Quinta del Ministerio del Interior (MINT); Primitivo Rodríguez Blandón, alias Comandante "Pedro", jefe de los interrogadores y torturadores que constituían los "centinelas de la alegría del pueblo nicaragüense", etc.
De la DGSPS, Fernández Arellano pasó a ocupar el cargo de Secretario del Ministerio de la Cultura, cuando el titular era el ex-sacerdote, Ernesto Cardenal Martínez. Organizó el Sindicato de Trabajadores de la Cultura, como un apéndice de la Asociación de Trabajadores Sandinistas, presentando todos los crímenes y robos cometidos por sus compañeros de fechorías como manifestaciones supremas de la cultura nicaragüense.
La Feria Internacional del Libro de Miami tiene lugar en los últimos días del mes de noviembre de cada año. El mencionado individuo logró que le extendieran una invitación para presentar uno de los libros que se precia de haber escrito. Pero no contó con la determinación y el coraje de sus antiguas victimas que se encontraban residiendo en Miami. Estos desataron una campaña contra la presentación de Fernández Arellano ("Chichí" en Miami, siendo apoyados por el exilio histórico cubano, recurriendo masivamente a la prensa escrita, radial y televisada para dar a conocer sus mensajes de protesta. El Comité Organizador de la mencionada Feria canceló entonces la invitación cursada al Ex-Director General del Sistema Penitenciario Sandinista.
Fue entonces que salió a relucir que Fernández Arellano trabajaba en Secretaría de Casa Presidencial, cuando el titular de la misma era Lorenzo Guerrero Mora, durante el gobierno del Doctor Arnoldo Alemán Lacayo. En esos días renunció Guerrero Mora, siendo reemplazado por el Licenciado Eduardo Montealegre, el que debido al escándalo suscitado en Managua y Miami por el intento de presentación de semejante verdugo, fue despedido del cargo.
Lo sorprendente del caso es que Fernández Arellano, pese a todos los robos y crímenes cometidos en perjuicio de los prisioneros políticos y sus familiares, siempre encontró acomodo en el Instituto Nicaragüense de Turismo, donde le inventaron el cargo de Restaurador del Patrimonio Cultural de Nicaragua. Esto revela cómo logra mimetizarse en las diferentes instituciones del Estado y hasta de la empresa privada nicaragüense, comportándose siempre como un infiltrado del orteguismo, al servicio incondicional de Rosario Murillo.
¿Tendrá solvencia moral, Fernández Arellano, ("Chichí", para ostentar el honroso título de Presidente de las sucesivas Ferias Internacionales de Poetas y Escritores, cuando no es más que un antiguo verdugo que espera ser juzgado por sus crímenes de lesa humanidad?
Tomemos ahora el caso de Alejandro Martínez Cuenca. Durante los últimos años del gobierno del General Anastasio Somoza Debayle, este individuo fue el novio de la hija del General de la Fuerza Aérea, Róger Bermúdez Balladares, de nombre Claudia Bermúdez del Carmen. Esto le permitió ser favorecido con una beca de estudios en la London School of Economics, donde no dio pie con bola, por lo que le consiguieron otra en una universidad del sur de los Estados Unidos. Siempre que procuraban echarle mano los efectivos de la O.S.N., por sus actividades conspirativas y la colocación de artefactos terroristas en diferentes ciudades, se escondía en la casa de su suegro, donde gozaba de especial protección que lo invitaban luego a reincidir en sus criminales actividades.
Fue Martínez Cuenca el que diseñó la gran maniobra de desmonetización nacional, gracias a la cual fortunas enteras, acumuladas gracias al trabajo y sacrificios de sus tenedores se convirtieron de la noche a la mañana en papeles sin valor alguno. Fue la famosa Operación "Bertha", destinada a pauperizar a quienes no habían entregado todos sus haberes a la "revolución".
Pero ahora, Martínez Cuenca, para los empresarios del COSEP y su Presidente, el aventurero "Chanito" Aguerri, es un excelente economista que perfectamente puede representarlos en la Junta Directiva del Banco Central de Nicaragua y al que puede recurrirse en demanda de asesoría financiera.
Es sorprendente la cachaza de esos empresarios del COSEP, absolviendo de toda responsabilidad penal y moral al autor de la Operación "Bertha", Alejandro Martínez Cuenca, estimulándolo a cometer nuevos delitos contra los bolsillos de los nicaragüenses honestos y trabajadores.
Tomemos ahora el caso de Hugo Torres Jiménez, a quien los enemigos del liberalismo presentan como un brillante parlamentario y completamente opuesto a los macabros planes de eternizarse en el poder, que es el sueño cotidiano de Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo. Meses antes que el FSLN se hiciera con el poder en Nicaragua, estuvo en Cuba, recibiendo entrenamiento como futuro verdugo del pueblo nicaragüense. Por esto fue que a la hora del triunfo, fuese nombrado viceministro del Interior y Director General de la Seguridad del Estado Sandinista (DGSE).
La época de Torres Jiménez al frente de la DGSE fue la que cobró miles de victimas de los aparatos de terror que él creara, utilizando exhaustivamente como verdugos calificados a todos los aventureros de otros países que se establecieron en Nicaragua para beneficiarse del saqueo de los haberes de los "ajusticiados" y encarcelados. Argentinos, uruguayos y chilenos, constituyeron las Escuadras de Exterminio conocidas como las de Los Cóndores. Fue el que entrenó adecuadamente a su sucesor en el cargo, nada más ni nada menos que Lenin Cerna Juárez. Fue, además, el que estableció procedimientos para capturar a personas que no comulgarían nunca con la dictadura revolucionaria del proletariado, para acusar en los tribunales populares sandinistas a miles de ciudadanos inocentes, actividades de las que todavía se enorgullece.
Pero ahora, Torres Jiménez es un disidente del orteguismo, figurando entre los diputados del MRS, otro apéndice del orteguismo para engañar a los incautos. Este aventurero fue también el Comisario Político Jefe de todos los demás que figuraban en las difererentes unidades del Ejército Popular Sandinista, exhortando en tal carácter a ejecutar a todos los prisioneros y contrarrevolucionarios que cayeran en sus manos. En situación de retiro fue recompensado con valiosas propiedades urbanas y rurales confiscadas a sus legítimos propietarios, además de una jugosa pensión de retiro de casi cinco mil dólares mensuales.
Con tales antecedentes, Torres Jiménez, el que en la época del General Somoza Debayle hacía sus tres tiempos en el Comando de León, porque su padre era un Teniente corbata negra, queda retratado como un agente provocador al servicio incondicional del matrimonio presidencial. ¿Cómo pueden considerar a este verdugo del pueblo nicaragüense un intelectual disidente del orteguismo, teniendo el descaro de llamarlo brillante parlamentario que defiende las causas populares?
Todo indica que el pueblo nicaragüense, bajo la prédica de empresarios e intelectualoides coludidos con el orteguismo, está siempre dispuesto a tropezar las veces que sean con la misma piedra, con tal que les mejoren la imagen de sus antiguos verdugos.
No hay delito peor en la historia de un pueblo que la amnesia colectiva. Y los nicaragüenses lo están demostrando después de ensalzar a sus antiguos verdugos, para los que siempre reclamó en la persona de Daniel Ortega Saavedra, una nueva oportunidad, porque había rectificado el rumbo equivocado que siguió durante sus primeras dictaduras. Ahora y con nuevos bríos, está dispuesto a convertirse en dictador totalitario, repitiendo la famosa frase dicha por Luis XIV al Cardenal Mazarino: L'Etat c'est moi (El Estado soy yo). Esta es la labor que realizan Francisco de Asís Fernández Arellano, Alejandro Martínez Cuenca, Hugo Torres Jiménez, etc.
Fue entonces que salió a relucir que Fernández Arellano trabajaba en Secretaría de Casa Presidencial, cuando el titular de la misma era Lorenzo Guerrero Mora, durante el gobierno del Doctor Arnoldo Alemán Lacayo. En esos días renunció Guerrero Mora, siendo reemplazado por el Licenciado Eduardo Montealegre, el que debido al escándalo suscitado en Managua y Miami por el intento de presentación de semejante verdugo, fue despedido del cargo.
Lo sorprendente del caso es que Fernández Arellano, pese a todos los robos y crímenes cometidos en perjuicio de los prisioneros políticos y sus familiares, siempre encontró acomodo en el Instituto Nicaragüense de Turismo, donde le inventaron el cargo de Restaurador del Patrimonio Cultural de Nicaragua. Esto revela cómo logra mimetizarse en las diferentes instituciones del Estado y hasta de la empresa privada nicaragüense, comportándose siempre como un infiltrado del orteguismo, al servicio incondicional de Rosario Murillo.
¿Tendrá solvencia moral, Fernández Arellano, ("Chichí", para ostentar el honroso título de Presidente de las sucesivas Ferias Internacionales de Poetas y Escritores, cuando no es más que un antiguo verdugo que espera ser juzgado por sus crímenes de lesa humanidad?
Tomemos ahora el caso de Alejandro Martínez Cuenca. Durante los últimos años del gobierno del General Anastasio Somoza Debayle, este individuo fue el novio de la hija del General de la Fuerza Aérea, Róger Bermúdez Balladares, de nombre Claudia Bermúdez del Carmen. Esto le permitió ser favorecido con una beca de estudios en la London School of Economics, donde no dio pie con bola, por lo que le consiguieron otra en una universidad del sur de los Estados Unidos. Siempre que procuraban echarle mano los efectivos de la O.S.N., por sus actividades conspirativas y la colocación de artefactos terroristas en diferentes ciudades, se escondía en la casa de su suegro, donde gozaba de especial protección que lo invitaban luego a reincidir en sus criminales actividades.
Fue Martínez Cuenca el que diseñó la gran maniobra de desmonetización nacional, gracias a la cual fortunas enteras, acumuladas gracias al trabajo y sacrificios de sus tenedores se convirtieron de la noche a la mañana en papeles sin valor alguno. Fue la famosa Operación "Bertha", destinada a pauperizar a quienes no habían entregado todos sus haberes a la "revolución".
Pero ahora, Martínez Cuenca, para los empresarios del COSEP y su Presidente, el aventurero "Chanito" Aguerri, es un excelente economista que perfectamente puede representarlos en la Junta Directiva del Banco Central de Nicaragua y al que puede recurrirse en demanda de asesoría financiera.
Es sorprendente la cachaza de esos empresarios del COSEP, absolviendo de toda responsabilidad penal y moral al autor de la Operación "Bertha", Alejandro Martínez Cuenca, estimulándolo a cometer nuevos delitos contra los bolsillos de los nicaragüenses honestos y trabajadores.
Tomemos ahora el caso de Hugo Torres Jiménez, a quien los enemigos del liberalismo presentan como un brillante parlamentario y completamente opuesto a los macabros planes de eternizarse en el poder, que es el sueño cotidiano de Daniel Ortega Saavedra y Rosario Murillo. Meses antes que el FSLN se hiciera con el poder en Nicaragua, estuvo en Cuba, recibiendo entrenamiento como futuro verdugo del pueblo nicaragüense. Por esto fue que a la hora del triunfo, fuese nombrado viceministro del Interior y Director General de la Seguridad del Estado Sandinista (DGSE).
La época de Torres Jiménez al frente de la DGSE fue la que cobró miles de victimas de los aparatos de terror que él creara, utilizando exhaustivamente como verdugos calificados a todos los aventureros de otros países que se establecieron en Nicaragua para beneficiarse del saqueo de los haberes de los "ajusticiados" y encarcelados. Argentinos, uruguayos y chilenos, constituyeron las Escuadras de Exterminio conocidas como las de Los Cóndores. Fue el que entrenó adecuadamente a su sucesor en el cargo, nada más ni nada menos que Lenin Cerna Juárez. Fue, además, el que estableció procedimientos para capturar a personas que no comulgarían nunca con la dictadura revolucionaria del proletariado, para acusar en los tribunales populares sandinistas a miles de ciudadanos inocentes, actividades de las que todavía se enorgullece.
Pero ahora, Torres Jiménez es un disidente del orteguismo, figurando entre los diputados del MRS, otro apéndice del orteguismo para engañar a los incautos. Este aventurero fue también el Comisario Político Jefe de todos los demás que figuraban en las difererentes unidades del Ejército Popular Sandinista, exhortando en tal carácter a ejecutar a todos los prisioneros y contrarrevolucionarios que cayeran en sus manos. En situación de retiro fue recompensado con valiosas propiedades urbanas y rurales confiscadas a sus legítimos propietarios, además de una jugosa pensión de retiro de casi cinco mil dólares mensuales.
Con tales antecedentes, Torres Jiménez, el que en la época del General Somoza Debayle hacía sus tres tiempos en el Comando de León, porque su padre era un Teniente corbata negra, queda retratado como un agente provocador al servicio incondicional del matrimonio presidencial. ¿Cómo pueden considerar a este verdugo del pueblo nicaragüense un intelectual disidente del orteguismo, teniendo el descaro de llamarlo brillante parlamentario que defiende las causas populares?
Todo indica que el pueblo nicaragüense, bajo la prédica de empresarios e intelectualoides coludidos con el orteguismo, está siempre dispuesto a tropezar las veces que sean con la misma piedra, con tal que les mejoren la imagen de sus antiguos verdugos.
No hay delito peor en la historia de un pueblo que la amnesia colectiva. Y los nicaragüenses lo están demostrando después de ensalzar a sus antiguos verdugos, para los que siempre reclamó en la persona de Daniel Ortega Saavedra, una nueva oportunidad, porque había rectificado el rumbo equivocado que siguió durante sus primeras dictaduras. Ahora y con nuevos bríos, está dispuesto a convertirse en dictador totalitario, repitiendo la famosa frase dicha por Luis XIV al Cardenal Mazarino: L'Etat c'est moi (El Estado soy yo). Esta es la labor que realizan Francisco de Asís Fernández Arellano, Alejandro Martínez Cuenca, Hugo Torres Jiménez, etc.
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