De nuevo la Sala Constitucional se convierte en el blanco de las críticas, por haber ordenado al Poder Ejecutivo, no proceder a la firma de la Ley Antitabaco, recientemente aprobado en segundo debate, por la Asamblea Legislativa, hasta que ese tribunal, resuelva la consulta facultativa, presentada por diez diputados.

Así está ordenado en el marco jurídico, no se puede sancionar una ley, mientras que la Sala IV, revisa el texto mismo que los diputados le someten a su conocimiento, es decir aquí la Sala aparece como ente subalterno de la voluntad legislativa, en contradicción a la omnipotencia que muchos le atribuyen a este órgano constitucional.


Siempre será necesario reiterar que la Sala Constitucional no actúa de oficio, ella atiende y resuelve las consultas que le son sometidas a su conocimiento.

Lo anterior resulta necesario, por cuanto es muy común escuchar a las personas decir que la Sala se “entromete” en todo, lo que hace parecer que la Sala actúa oficiosamente.

Los diputados son los que tienen la potestad para cambiar la ley de creación de la Sala Constitucional, mientras esto no ocurra debemos someternos, como corresponde, a lo que está establecido.