Merah, de 23 años, sospechoso de haber asesinado a siete personas en los últimos días en el sur de Francia, era vigilado desde hace un año por los servicios secretos del país por sus contactos con grupos islamistas radicales.
Durante las largas negociaciones con la Policía, el supuesto asesino no sólo admitió su culpa, sino que aseguró que no se arrepiente de lo que hizo y lo único que lamenta es que no haya sido capaz de matar a más personas, reveló el fiscal jefe de París, François Molen.
‘Poner a Francia de rodillas’ En el marco de la ceremonia de homenaje a los tres militares de este miércoles-supuestamente asesinados por Merah- el presidente galo, Nicolas Sarkozy, manifestó que estas personas fueron víctimas de “una ejecución terrorista” con la que el criminal pretendía poner “a toda la República de rodillas”.
Asesinatos pendientes Las autoridades francesas han revelado que Merah, que siempre se desplazaba en moto, planeaba volver a asesinar a otro militar ayer miércoles "a la salida de su domicilio" y además "tenía otros proyectos criminales", en particular, matar a dos policías en Toulouse, a los que ya tenía localizados.
En los últimos diez días, siete personas fueron asesinadas a sangre fría en las ciudades francesas de Toulouse y Montauban.