"Los acueductos comunales están con mucha debilidad desde todo punto de vista: financiero, conocimiento técnico, conservación de las fuentes, realmente la ley les permitiría ser más independientes", advirtió Astorga.
La experta señaló como otro de los retos el control del recurso hídrico, pues pese a que existen los fondos que se derivan del "canon de aprovechamiento de aguas", estos dineros no se dirigen apropiadamente.
"Estos fondos que deben retribuirse al sistema de gestión del agua, resulta que no se están pudiendo colocar adecuadamente, no se están colocando un 50 por ciento, por el tope presupuestario que tiene la Dirección de Aguas dentro del Ministerio del Ambiente", afirmó.
Astorga identificó como el principal reto para Costa Rica el control de la contaminación de las aguas y el mejoramiento de los sistemas de alcantarillado y plantas de tratamiento, pues en el país menos de un 5 por ciento de las aguas utilizadas reciben un adecuado tratamiento.
La académica recordó que Costa Rica recibió financiamiento del gobierno de Japón para mejorar sus sistemas de tratamiento, pero criticó el hecho de que estos proyectos avanzan con lentitud, pese a que los fondos ya fueron aprobados por la Asamblea Legislativa.
"Otra deficiencia es que existe tecnología barata, aunque más individual, como son las biojardineras y humedales artificiales, que dan un tratamiento a las aguas más natural y menos costoso, pero la ley no permite que se implementen", apuntó.
Astorga advirtió que Costa Rica requiere un gran cambio en el concepto que tiene sobre el recurso hídrico en los hogares para mejorar en su uso, y reducir los volúmenes de consumo, para a su vez reducir las cantidades de líquido que deben ser tratados.
Esta bióloga llamó la atención sobre el tema del uso del agua en la producción agrícola, mismo que ha sido propuesto en la agenda del Sexto Foro Mundial del Agua que se realizará este año.
"Si no tenemos acceso a una buena agua en cantidad y calidad, vamos a estar afectados en nuestra salud, porque el agua es el principal nutriente de nuestro cuerpo. Si no tenemos ese acceso a buena agua en calidad y cantidad, no vamos a producir alimentos sanos", advirtió.
Señaló además que en Costa Rica la producción agrícola debe incorporar prácticas más eficientes en relación al uso del agua, pues en mayoría se utilizan los sistemas de riego "por gravedad", que producen mayores pérdidas de líquido por evaporación e infiltración en el suelo.
"Con el riego por gravedad, el agricultor inunda su parcela sin importar el volumen que utilice, ya que paga por el área que riega y no por el líquido que utiliza. Este tipo de prácticas no llevan a un uso más racional del agua", explicó.
Otro de los problemas para el agua en la producción agrícola es el uso intensivo de agroquímicos, los cuales al entrar en contacto con el líquido lo contaminan, y arrastran los contaminantes a ríos y quebradas cercanas, o incluso, a los mantos acuíferos que abastecen el consumo de las poblaciones.
"Una forma de controlar el uso de agroquímicos es meter impuestos a estos productos, para que los productores, al salirles más caro, controlen más el consumo. Pero estas medidas no existen aún en el país", manifestó.
Astorga criticó que Costa Rica no emprenda aún este tipo de cambios, pese a contar con grandes extensiones de cultivos intensivos en agroquímicos, como es el caso de la piña, lo que atenta contra el consumo actual y futuro del líquido vital.