Este ambiente de sospechas y acusaciones surge a pesar de que en la reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Obama justificó el derecho de Tel Aviv a tomar decisiones independientes para defender su seguridad de cara a la “amenaza nuclear” iraní.
La maraña nuclear del conflicto iraní Los aliados occidentales, liderados por EE. UU., creen que Irán desarrolla armas nucleares, pero las autoridades iraníes continúan insistiendo en que su programa atómico es de carácter pacífico y que únicamente busca desarrollar recursos energéticos para la población.
En respuesta a las varias sanciones contra la república islámica y a las amenazas de ataque, Teherán anunció que cerrará el estrecho de Ormuz, vía crucial del tráfico petrolífero mundial.
“La situación es tan grave que cualquier incidente es posible. Es particularmente peligroso dada la gran concentración de armamento en la región”, afirmó Serguéi Riabkov, viceministro ruso de Exteriores, en una entrevista concedida a la agencia de noticias rusa Interfax.