Por su parte, las autoridades de Corea del Sur también se mostraron decididas a derribar el cohete norcoreano. “Estamos estudiando medidas como desviar de rumbo del misil norcoreano y derribarlo si se aparta de su trayectoria normal” y viola el espacio aéreo de Corea del Sur, afirmó Yoon Won-shik, portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano. Según el, el futuro lanzamiento es una “temeraria y provocadora acción que mina la paz en la península Coreana”.
Asimismo en la prensa surcoreana, apareció la información, presuntamente basada en los datos facilitados por servicios de inteligencia, conforme a la cual Corea del Norte podría estar preparando unos ensayos nucleares, según la agencia Yonhap. De acuerdo con la publicación, unas imágenes tomadas por un satélite revelan que Pyongyang está construyendo un túnel subterráneo cerca del polígono nuclear que anteriormente ya fue escenario de ensayos atómicos.
A su vez, EE. UU. también califica los planes de las autoridades norcoreanas como “altamente provocadores”. Según Washington, este proyecto viola directamente las obligaciones internacionales norcoreanas.
En su momento Rusia también expresó su preocupación por los planes del país asiático e instó al Gobierno de Corea del Norte a “abstenerse de acciones que agraven la situación en la región y creen complicaciones adicionales para reiniciar el diálogo sobre el problema nuclear en la península coreana".
Mientras tanto, ya queda menos de una semana para el lanzamiento anunciado, que con toda seguridad aumentará las tensiones en la región.