Plan B ante esta situación de derrumbe del plan fiscal gubernamental. Un Plan B que, por ejemplo, establezca con solidez y verdadera eficacia, la renta mundial, la renta global o universal y el impuesto a las transacciones financiero-bancarias. Igualmente, urgen diversas medidas en el ámbito de la gestión tributaria para su fortalecimiento estratégico: más auditores y policías fiscales, más infraestructura tecnológica, más potestades en el campo del cobro administrativo, por ejemplo. En este ámbito, la aprobación del proyecto de ley para romper, parcialmente y para efectos de presunción de fraude tributario, el secreto bancario guardando su esencia, emerge ahora como una gran necesidad. Igualmente, con debidas reglas, el establecimiento de la recompensa por denunciar evasión es una propuesta razonable.
Diversos sectores sociales han venido formulando ideas novedosas para estimular la demanda de la factura al momento de todo tipo de transacciones comerciales. Por ejemplo, la pensión-consumo es una idea novedosa que merece conocerse y debatirse ampliamente.
Finalmente, las regulaciones sobre cómo se han de invertir los nuevos recursos frescos, el control del gasto superfluo en todas sus formas, así como la eliminación de la “fiesta” de las consultorías y de las planillas paralelas (el clientelismo político con rasgos más que evidentes de tráfico de influencias). Se necesitan, también, fuertes medidas de control ciudadano y de sólidos procesos de rendición de cuentas en materia de gestión de gasto, con el señalamiento de responsabilidades individualizadas a pagar del propio bolsillo de los encargados directos de la toma de decisiones erróneas.
Las organizaciones que representamos, la Central Social Juanito Mora Porras (CSJMP), el Frente Interno de Trabajadores y de Trabajadoras del Instituto Costarricense de Electricidad (FIT-ICE) y la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), nos sentimos sumamente preparadas para participar, constructiva y transparente, en la construcción de soluciones alternativas al hoy fenecido plan fiscal, desde la perspectiva de la progresividad tributaria.
Ojalá la señora Presidenta Chinchilla y su Gobierno comprendan que juntar voluntades responsables desde los sectores sindicales, sociales y empresariales dispuestos a trabajar en el tema con perspectiva de bien común y de real justicia tributaria, es lo mejor que le sirve al país en estos momentos.