Redacción.-El significado literal de la palabra yihad es esforzarse, para conseguir algo bueno como la lucha por la paz, por el bienestar de la humanidad. Si las aleyas del Corán se leen con las repetidas llamadas a que los creyentes deben hacer cumplir lo que está bien y prohibir lo que está mal (ya’murun b’il ma’ruf wa ynahauna ‘anil munkar) todo sentido de yihad asume un nuevo significado.

Todos aquellos que están sirviendo a la humanidad de diferentes maneras promoviendo una sociedad moralmente limpia y no corrupta, son realmente muyahids. Es por esta razón por lo que la palabra yihad se ha interpretado de distintas maneras por diferentes sectores de la sociedad. Para los gobernantes y la clase política significó guerra y conquista para expandir la ley islámica, para los sufís significaba conquistar los propios deseos y avaricias, y para la clase teológica significaba esforzarse para hacer cumplir la shari’ah y moldear el propio comportamiento dentro de los límites de la shari’ah (hudud).

Y para Osama Bin Laden, de nuevo significó algo muy diferente y lo usó como represalia contra EE.UU dando lugar al totalmente inaceptable fenómeno del terrorismo. Sin embargo, cuando la clase política en la Edad Media usó la yihad para conquistas territoriales, fue así como los gobernantes expandieron sus regímenes en aquellos días. Incluso Ibn Taymiyyah encontró alguna justificación para emitir una fatwa para la yihad después de que las hordas mongolas saquearan Bagdad.

Pero lo que Osama hizo era muy diferente. Ni es una forma aceptable en el mundo contemporáneo, ni él pertenece a la clase política o gobernante. Ningún jefe de gobierno de ningún estado Islámico ha aprobado lo que Osama hizo, ni ningún ejército de ningún país musulmán ha invadido otro país no musulmán. Osama ni es jefe de gobierno de ningún país ni el responsable de ningún ejército regular de musulmanes. Así, su yihad no tiene ni el respaldo de las escrituras, ni respaldo político ni de los Ulema. Es algo meramente personal y por consiguiente totalmente inaceptable.

Volviendo a la raíz del significado de yihad, es decir, a esforzarse para el bien de la sociedad y pare mejorar el bienestar de la humanidad en su conjunto, hoy en día una de las mejores maneras de emprender la yihad sería luchar y esforzarse para salvar nuestra tierra y su medioambiente. Esta forma de yihad cumple con múltiples niveles del significado de yihad: Primero, es la actividad más ma’ruf (deseable y más aceptable), también tiene el significado en el que los sufis lo usaron, es decir, controlar los propios deseos y avaricias y ejercitar el autocontrol en el fuero interno, y en cuarto lugar es acorde a la sunna del Profeta, ya que hizo llamamientos repetidos a proteger los árboles y cultivos y a respetar la creación de Allah.

Además, el capítulo de apertura del Corán, la sura Al-Fatiha, describe a Allah como Rabb al-‘Alamin (Señor del Universo) y la palabra rabb en árabe significa cuidar minuciosamente y llevar algo a través de varias etapas de perfección. Y si Allah es Rabb de todo el Universo y le adoramos, es nuestra obligación esforzarnos en cuidarlo minuciosamente y no destruirlo, de lo contrario, nuestra adoración no sirve de nada si no respetamos Su creación.

Además, debemos darnos cuenta de que el calentamiento global es el resultado de la codicia consumista. Estamos saqueando los valiosos recursos de la tierra por nuestra codicia. Ya es hora de que nos demos cuenta de las peligrosas consecuencias de nuestro consumismo imprudente y emprendamos una yihad contra nuestra propia codicia como hicieron los sufís. Igual que la clase política codicia más territorios y no le importa derramar la sangre de gente inocente, nosotros, como ciudadanos de una sociedad moderna capitalista y consumista, estamos saqueando los escasos recursos de la tierra y no nos importan las consecuencias y estamos dificultando la vida de las futuras generaciones.

Así que, como musulmanes (que significa rendirse a la voluntad de Allah) y como mu’min (que significa creyente, creyente en los valores consagrados en el Corán y ser respetuoso con la creación de Allah) debemos esforzarnos, es decir, emprender la yihad contra todos los que se dejan llevar por el consumo innecesario y destruyen nuestra tierra.

Esta forma de yihad tiene que ser tanto individual como colectiva: Individual en la medida en que lo primero lo primero que debemos combatir es nuestra propia codicia y reducir nuestro consumismo a niveles aceptables para el medio ambiente; y colectivo en la medida en que debemos hacer esfuerzos para disminuir el nivel de consumo de todo el mundo a niveles aceptables a través de campañas de concienciación y la presión de las clases gobernantes y especialmente de los países desarrollados de Occidente cuyo consumo de los recursos naturales es mucho mayor de lo que queda justificado por su población.

Muchos países árabes tienen los ricos recursos del petróleo que cuando se usan producen altas emisiones de carbono que llevan al calentamiento global. Cuando se le preguntó al Profeta cuál es la mejor forma de yihad, contestó que decir la verdad a la cara de un gobernante tirano. ¿Pueden estos gobernantes árabes decir la verdad a las naciones occidentales y a otras, especialmente EE.UU., para reducir su consumo de petróleo y afrontar las consecuencias? Sería una gran yihad.