para nosotros en la Bolsa de Valores. Por ello destinamos mucho tiempo a hablar con el gobierno y dirigentes políticos influyentes para que marcaran los principios centrales de su orientación política para tranquilidad de todos.
Por otro lado, hay inversores que son bastante tolerantes de las situaciones políticas. Se invierte en Zimbabwe y en Kazajstán porque, en definitiva, lo que cuenta es el dinero.
IPS: En diciembre de 2010, Sudáfrica fue invitada a unirse al grupo de economías emergentes integrado por Brasil, China, India y Rusia (BRICS). ¿Sirvió para incrementar el comercio en el continente? NNK: Vemos un intercambio Sur-Sur y Este-Sur, alejado de Occidente. El BRICS y oportunidades relacionadas tendrán un mayor peso que antes en nuestras vidas. Esperamos mayores cantidades de flujos de inversión procedentes del Este y de Brasil. Algunos grandes bancos pronostican que 40 por ciento de la riqueza global estará en 2020 en las economías emergentes.
IPS: ¿La Bolsa de Valores de Johannesburgo colabora con las de otros países africanos? NNK: Hay 24 mercados de valores en África, pero algunas solo hacen 10 transacciones al día, en cambio la de Johannesburgo hace por lo menos 120.000. Somos el elefante del continente. Pero me gustaría que hubiera una cooperación mucho más profunda.
Hay buena comunicación con las direcciones de otras bolsas de valores africanas, por ejemplo de Nigeria y Kenia. Estamos trabajando en un par de cosas para mejorar la cooperación, como asociar productos y compartir tecnología. Pero todavía no se concretó.
IPS: ¿Tendría sentido tener una sola bolsa de valores para todo el continente? NNK: No es un objetivo que nos hayamos planteado. Hemos visto muchos otros intentos, grandes fusiones globales que se lanzaron en cuestiones normativas trasfronterizas. Creemos que podemos obtener los mismos beneficios si trabajamos en rutinas cruzadas y en oportunidades de diversidad de productos más cercanas. Hacia allí van nuestros esfuerzos.
IPS: En 2009, la Bolsa de Valores de Johannesburgo creó una Junta Africana, para que cotizaran las grandes compañías del continente y así promover el crecimiento del mercado de capitales en la región. ¿Fue una estrategia exitosa? NNK: La Junta Africana no logró lo que buscábamos. Queríamos crear un segmento de comercialización más directo para exponer a las compañías africanas, pero solo se registraron 14. Esperamos tener más, pero se necesitará tiempo.
IPS: ¿Qué se siente ser la primera mujer en dirigir la Bolsa de Valores de Johannesburgo? NNK: Es interesante. Hace 16 años, cuando ingresé, me hubiera aterrorizado estar cerca del piso donde se hacen las transacciones porque es un lugar que da bastante miedo para cualquiera que use falda.
Ahora hay 500 empleados y casi la mitad son mujeres, y la dirección tiene siete mujeres y seis hombres. Una organización diversa atrae mayor diversidad. Eso le da una gran fortaleza.