Estas dos actividades y otras en curso prosiguen por ahora sin cambios pese a los recortes de fondos dispuestos para esta y otras áreas estatales por el gobierno centroderechista de Mariano Rajoy para afrontar la severa crisis económico-financiera que tiene a mal traer a su país y a varios de sus vecinos de la Unión Europea (UE).
El canciller José Manuel García-Margallo, tras indicar que "España está en una crisis de una enorme magnitud", admitió que, además de las medidas de austeridad ya resueltas por el gobierno, el país necesita el apoyo de la UE.
También reiteró que los recortes presupuestales afectan y mucho a la cartera que conduce, tal cual lo aprobó el Consejo de Ministros.
Los fondos de cooperación se reducirán este año en 1.389 millones de euros (1.840 millones de dólares), la mitad de lo previsto originariamente, y en particular la Aecid recibirá 594 millones de euros (790 millones de dólares) menos.
Así, la ayuda al desarrollo puede incluso ser menor al 0,29 del producto interno bruto con que se cerraron las cuentas de 2011, muy lejos del 0,7 por ciento comprometido por España con la comunidad internacional.
Otra de las áreas afectadas, que también incide en la asistencia externa, es la educación, que sufrirá el recorte de 3.000 millones de euros (casi 4.000 millones de dólares), representando el mayor aporte al ajuste de 10.000 millones de euros previsto para el presupuesto general del Estado de 2012.
La rebaja del presupuesto educacional lleva implícitos cambios en la enseñanza, como el aumento del número de alumnos por aula y la consecuente merma de la plantilla de profesores. En primaria se pasará de 20 a 30 estudiantes por salón, y en secundaria de 31 a 35.
"No es lo mismo atender a dos o tres alumnos con necesidades especiales en un grupo de 20 que hacerlo en uno de 30", cuestionó ante IPS un maestro de una escuela de Madrid que pidió el anonimato porque su función no le permite opinar en la prensa sobre estos asuntos.
El secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, discrepa con esta postura. "Se va a hacer más con menos", aprovechando los recursos para que la educación mejore y no para empeorarla", dijo en un acto en el marco precisamente de la Semana de Acción Mundial por la Educación, que se lleva a cabo esta semana en Madrid.
Una afirmación que no fue bien recibida en ámbitos educativos. El coordinador de la no gubernamental Campaña Mundial por la Educación, Jorge Serrano, pidió que "el ocho por ciento de la Ayuda Oficial al Desarrollo vaya para la enseñanza básica".
Serrano también reclamó que el gobierno de Rajoy renueve su compromiso de aportar fondos a la Alianza Mundial por la Educación, que promueve la organización de la campaña.
Robles solo respondió que "la educación será prioritaria, junto con la sanidad, en el nuevo Plan Director de Cooperación", aunque no aventuró cifras. Aseguró, además, que América Latina y África Subsahariana son las regiones que están primero en la lista para esa asistencia.
Para la portavoz de la organización no gubernamental (ONG) Intermón Oxfam, Verónica Hernández, el recorte a la cooperación externa decidido en 2011 se consolidará este año, y el impacto será mayor del previsto.
En coincidencia, la Coordinadora de ONG para el Desarrollo señaló que a las reducciones presupuestarias dispuestas por el gobierno de España se deberán sumar la de las comunidades autónomas y los ayuntamientos (municipios).
La vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santa María, explicó el "ajuste de cuentas" afirmando que el país está "ante una situación límite en las arcas públicas y en cuanto a empleo que exigen esfuerzos en el ámbito de la consolidación fiscal y reformas estructurales".
Por eso se está adoptando un "conjunto de medidas", como el recorte en torno a 17 por ciento en cada ministerio, "en busca salir del atolladero económico, volver a crecer y a generar empleo".
Es que en el primer trimestre del año ya quedaron sin trabajo 365.900 personas, con los cuales ya son 5.639.500 los desempleados en España, que significan 24,4 por ciento de la población activa.
Los recortes decididos por Rajoy y sus ministros provocaron fuertes reacciones en casi todas las ciudades de España, especialmente entre estudiantes y profesores que protagonizaron varias tomas de bibliotecas y de locales universitarios en defensa de la educación pública.