Sorprendente que se haya votado una ley con un día de antelación cuyas bases estaban siendo discutidas. No sólo eso, se le añade una serie de peligrosas definiciones.
Anteriormente CISPA permitía al gobierno utilizar la información a través del término “ciber-seguridad” por la “seguridad nacional”. La ley aprobada no sólo no se ha limitado sino que
se han añadido tres usos más:- Investigación y persecución de la delincuencia cibernética.
- Protección de las personas.
- Protección de los niños.
Aunque pueda parecer lógico, el añadido “delincuencia cibernética” es definida en los escritos como
cualquier delito que implique interrupción en la red, hacking o piratería además de cualquier violación de la CFAA.
Por lo tanto CISPA pierde el sentido por el que nació, el de la regulación que buscaba “ciber-seguridad”, por una mezcla de lo peor de SOPA con añadidos. Ahora el gobierno sería capaz de buscar cualquier información bajo CISPA sin que ningún ciudadano del país tenga inmunidad completa o protección de la privacidad siempre que se argumente que existe algún “crimen en la ciber-seguridad”.
Con la ley en la mano
la Cuarta Enmienda perdería su status en el mapa digital y el gobierno podría hacer lo que quiera con los datos siempre que pueda decir que existe “peligro”.
Con CISPA aprobada se eliminan todas las leyes de privacidad que tengan implicación con la tecnología en la red. Un ataque directo a las libertades de los usuarios en Estados Unidos que ahora tendrá que pasar por el Senado, momento en el que Obama podrá decidir el veto o no.
Si la Patriot Act daba plenos poderes al país sobre cualquier ciudadano en el mundo amparados en el término “terrorismo”, el gobierno de Estados Unidos consigue con CISPA englobar todo lo que acontece en la red. Internet ya tiene “su” ley en Estados Unidos y la última palabra la tiene su presidente.