es una guerra contra Irán", recalcó Diskin. "No creo en un poder que toma decisiones basadas en sentimientos mesiánicos", añadió.
Los funcionarios israelíes desataron una ola de críticas contra Diskin después de su discurso. Tanto el primer ministro como el titular de defensa tacharon sus comentarios de "irresponsables" y dijeron que vienen motivados por una "frustración personal”.
Israel defiende su posición sobre una guerra contra Irán Por su parte, la oficina de Ehud Barak declaró que tales declaraciones "dañan una tradición de generaciones de líderes del Shabak [el aparato de seguridad interna en Israel y de los territorios palestinos]". El canciller Avigdor Lieberman sugirió que Diskin debería haber renunciado antes de acabar su mandato si desconfiaba tanto del primer ministro y del ministro de Defensa. Diskin encabezó el Shabak hasta el año pasado.
El actual jefe militar de Israel también ha expresado su desacuerdo con el enfoque del gobierno. La semana pasada, en agrio contraste con la retórica cada vez más agresiva de Netanyahu, el jefe del Estado Mayor, Benny Gantz, dijo que la presión internacional sobre Irán "en forma de sanciones diplomáticas y económicas" es la clave para resolver el problema. Gantz dijo que el liderazgo iraní es suficientemente "racional" para no dar “un paso más” en la fabricación de armas nucleares.
Israel: negociar con Irán es perder el tiempo El ministro de Defensa israelí, sin embargo, se adhiere a una opinión totalmente diferente. El jueves pasado, Barak dijo que Irán no es "racional en el sentido occidental de la palabra" y que, por lo tanto, es muy poco probable que detenga su programa nuclear en respuesta a las sanciones. Barak sostiene que todos los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un compromiso con Irán son sólo una pérdida de tiempo "precioso".
"El régimen iraní está llamando abiertamente a nuestra destrucción, y trabaja frenéticamente para el desarrollo de armas nucleares como medio para lograr ese fin", comentó la situación Netanyahu.
A pesar de las actuales conversaciones sobre el programa nuclear de Irán, los funcionarios israelíes han reiterado en repetidas ocasiones su disposición a resolver el problema nuclear de Irán de una vez y para siempre golpeando los sitios nucleares de la república islámica. Arrastrado por su dura retórica, Israel incluso se jacta de poder llevar a cabo la agresión sin el apoyo de EE.UU.
Irán sostiene que sus ambiciones nucleares son exclusivamente civiles y los expertos internacionales coinciden en señalar que la capacidad de la república islámica para fabricar armas atómicas está lejos de poder concretarse.