de trabajo. Además, logramos reducir la inflación, llevándola al nivel más bajo de los últimos cuarenta años", afirmó la presidenta.
A estas cifras se suma el crecimiento del 12 por ciento que registraron las exportaciones del país en 2011, mientras que la Inversión Extranjera Directa se incrementó en más de un 40 por ciento.
En materia de acuerdos internacionales, la presidenta mencionó que se enviará para la aprobación legislativa el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, así como el impulso para aprobar los Tratados de Libre Comercio con Perú y Singapur, e iniciar las negociaciones al respecto con Colombia y Corea del Sur.
Chinchilla aseguró que buscará un acercamiento con la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), con el fin de contrastar la realidad costarricense con estándares internacionales y marcar el camino para avanzar hacia una modernización de las instituciones.
En el sector turismo, la presidenta reportó un crecimiento de casi un 5 por ciento en la cantidad de visitantes, que sumaron más de 2 millones de personas; cifra que espera mejorar con la inversión de 200 millones de dólares en infraestructura hotelera.
En materia de simplificación de trámites, el gobierno costarricense se propuso sacar a Costa Rica de las malas posiciones en los índices globales de competitividad, por lo que para este año se logró reducir el tiempo de inscripción y apertura de un negocio de 120 días, a sólo 20.
Pese a todos estos avances, la mandataria costarricense manifestó su preocupación por el déficit fiscal de su gobierno, sobre todo tras el fracasado intento de reforma fiscal para combatirlo.
"Ostentamos el déficit fiscal más alto de América Latina y después de las reformas tributarias recientemente emprendidas por varios países centroamericanos, ostentaremos también la más baja carga tributaria de la región. Esto, además de preocuparnos, nos debe avergonzar", afirmó.
Chinchilla explicó que por actualmente el 45 por ciento de los gastos estatales se cubren con endeudamiento, y de no atenderse el problema fiscal, esta cifra podría subir hasta un 60 por ciento en el 2017.
"Si no generamos recursos adicionales para el Estado, pondremos en serio riesgo la sostenibilidad de nuestro modelo solidario, dado que más del 80 por ciento del presupuesto nacional se dirige a educación, salud y seguridad", advirtió.
A estos efectos se sumaría una afectación del desempeño económico por el incremento de las tasas de interés, la inflación y una eventual desmejora en la calificación financiera del país por parte de los organismos internacionales.
Chinchilla agradeció a los diputados que la apoyaron en el fallido e impopular proceso de la reforma fiscal, que pretendía recaudar ingresos adicionales equivalentes al 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
"Ante el fallo constitucional que detuvo el avance de la Ley de Solidaridad Tributaria, anunciamos un conjunto de medidas que vienen a reforzar los planes en marcha. El impacto de todas estas, no excederá el 0,89 por ciento del PIB y no podrán nunca verse como sustitutivas de una reforma tributaria", advirtió.
Chinchilla anunció que retomará las conversaciones con los diferentes grupos para plantear una nueva alternativa a la reforma fiscal, por lo que solicitó a los diputados no enfrascar al país en una nueva discusión sin fin.
El gobierno de Costa Rica estima que para este año el déficit fiscal alcanzará el 4,5 por ciento del PIB.