El recorte de fondos para el Ministerio de Defensa, aunque de menor cuantía que en otras áreas, igual implica la reducción del número de militares y de programas de armamento. La dotación para 2012 contempla un máximo de tropa y de marinería de las Fuerzas Armadas de 81.000 efectivos, 2.000 menos que en 2011.
Los programas especiales de armamento son los más afectados al bajar de 204 millones de euros (270 millones de dólares), en 2011, a menos de cinco millones de euros (6,6 millones de dólares) este año.
Esa cifra es "mínima y solo para poder cubrir los gastos operativos que nos corresponden por la participación en las distintas agencias internacionales", explicó Argüelles.
Por ello no se prevé atender ningún programa de compra de armamento, salvo las partidas para el avión de combate europeo Eurofighter EF-2000, para el cual el Ministerio de Industria aportó 309 millones de euros (409 millones de dólares).
Según informó Argüelles, la cartera a su cargo acumula una deuda de 27.000 millones de euros (35.794 millones de dólares) a pagar hasta 2025, relacionados con programas especiales de armamento. De esa deuda, una cuota de 2.370 millones de euros (3.141 millones de dólares) se debe abonar este año.
También se contempla gastar este año 766 millones de euros (1.015 millones de dólares) en misiones en el exterior.
España participa en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad de apoyo al gobierno afgano, en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano, en la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Cuerno de África y en la Misión de Entrenamiento Militar de la Unión Europea (UE) en Somalia.
También lo hace en el contingente de la UE estacionado en Bosnia-Herzegovina y en Active Endeavour, la operación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en el mar Mediterráneo.
Además de estos destinos, también se dispusieron 94,3 millones de euros (125 millones de dólares) para financiar las operaciones en Libia.
Ante estos ajustes más benévolos con el área de Defensa, la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales para el Desarrollo de España (CONGDE) protestó por el drástico recorte de partidas para la cooperación al desarrollo de los países del Sur.
"Existen opciones" para mantener las políticas públicas que garantizan las pensiones, la sanidad o la educación, así como la cooperación. En un comunicado público, la entidad indicó que se pueden equilibrar partidas como las más abultadas "destinadas a los gastos militares o la inversión en el rescate a entidades financieras".
En el presupuesto aprobado para este año, la dotación de fondos para el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación cayó 54,4 por ciento respecto del año anterior, el mayor recorte de todo el presupuesto. Bajó de 2.646 millones de euros (3.481 millones de dólares) a 1.205 millones de euros (1.585 millones de dólares), según datos oficiales.
"Todo el sistema de cooperación está en entredicho", declaró a IPS la presidenta de la CONGDE, Mercedes Ruiz-Giménez. Estos "recortes indiscriminados tendrán impacto en la ayuda a millones de personas", advirtió.
"Recortar (en cooperación) es una opción extremadamente dolorosa, pero la otra, a lo mejor, es recortar pensiones o cerrar ambulatorios", dijo el ministro García Margallo.
Los argumentos de Margallo son "demagogia" pura, respondió Ruiz-Giménez, porque "no se trata de enfrentar las políticas sociales en España con la ayuda a sectores empobrecidos de los países del Sur".
La activista se pregunta "por qué no se han hecho recortes más drásticos en otros ministerios", y advirtió que "la cooperación no es una limosna ni un lujo para épocas de bonanza, sino una responsabilidad ética" que debe ser garantizada.
Los fondos destinados a la cooperación internacional se redujeron este año 1.389 millones de euros (1.840 millones de dólares) respecto de 2011. Así la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo recibirá 594 millones de euros (790 millones de dólares), 57 por ciento menos que en 2011.
Estas cifras dan que esta asistencia al Sur en desarrollo implicó en 2011 solo 0,29 por ciento del producto interior bruto (PIB) de España, cuando la promesa del anterior gobierno, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, era llegar a 0,7 por ciento.
"La cooperación ha sido hasta ahora la mejor embajadora de España en el mundo", destacó Ruiz-Giménez. En la coyuntura actual es necesario "controlar el gasto y ser austero", admitió, pero no a costa de "limar los pilares de la democracia" con "recortes indiscriminados".