Todos los gobiernos neoliberales son culpables que en Nicaragua no se hubiera designado nunca a los miembros de una Comisión de la Verdad, para sacar a luz pública todos los actos de genocidio cometidos por los integrantes del aparato represivo del FSLN y de las Fuerzas de Tareas de la Resistencia Nicaragüense. Uno de los mayores culpables del ocultamiento de todos esos crímenes de lesa humanidad es el corrupto Cardenal, Miguel Purificación Obando y Bravo ("Macho Negro"), el que durante las honras fúnebres tributadas a un verdugo sin entrañas, como lo fuera Tomás Borge Martínez, tuvo el descaro de presentarlo como gran campeón de la reconciliación nacional y profundamente respetuoso de los derechos humanos de los nicaragüenses.
Borge Martínez fue también uno de los mayores ladrones de los bienes pertenecientes a sus enemigos políticos. Cuando se implementó la famosa "piñata sandinista", adjudicación entre los más desalmados verdugos de los bienes confiscados a sus legítimos propietarios, contando con la complicidad manifiesta de Violeta Chamorro, Presidente Electa de la República y su corrupto y nefasto yerno, Antonio Lacayo Oyanguren, Presidente de Facto, se quedó con la "tajada del león". Terrenos y casas de habitación en el Reparto "Bello Horizonte", joyas y dinero en efectivo de sus numerosas victimas, vehículos, semovientes. Los terrenos de Bello Horizonte los vendió a una empresa urbanizadora, donde se construyó un centro de compras. Si este delincuente es considerado por los orteguistas como "modelo de honestidad", ¿"qué calificativo merecerán los integrantes de los entornos familiar, político y militar de Ortega Saavedra?
Borge Martínez también incursionó por los negocios del tráfico de drogas. Basta recordar las fotografías tomadas por un avión espía U-2, de los Estados Unidos, donde aparecen claramente visibles en el aeropuerto "Los Brasiles", el capo colombiano de las drogas, Pablo Escobar Gaviria; el propio Borge Martínez y su asistente en el Ministerio del Interior, Federico Vaughan Loredo. Están supervisando el proceso de carga de un avión con heroína y cocaína con rumbo a territorio norteamericano. Durante sus estadías en Nicaragua, Escobar Gaviria, pernoctaba en las actuales oficinas de la Empresa Nacional de Puertos (ENAP), la que fue regalada por este capo a Paul Atha Ramírez, Jefe de la Defensa Antiaérea Sandinista y a Vaughan Loredo, los que recientemente la vendieron sobrevalorada a esa empresa del Estado. Esta es otra de las actividades gangsteriles en que estaba metido Borge Martínez, hombre de "probada moralidad revolucionaria".
Utilizando como mampuesta a otro sinvergüenza, Mario Valle, el que figura como Rector de una Universidad de Zaguán que imparte cursos sabatinos a los orteguistas afectados de veleidades pseudo académicas, Borge Martínez consiguió con la complicidad del Presidente Ejecutivo del INSS, Roberto López Gómez, un préstamo de 2 millones de dólares, procedentes de las reservas técnicas del fondo de pensiones de jubilación de los trabajadores afiliados con el INSS, garantizado con un terreno con valor de mercado de 10 mil dólares, es decir, que están en el aire, 1 millón 990 mil dólares. Es sospechoso que todos esos adultos mayores, desmovilizados del Ejército Popular Orteguista, antiguos verdugos de las Tropas de Combate del Ministerio del Interior, los que sin ningún derecho que les asista reclaman pensiones de jubilación al INSS, no desfilen con cartelones y pancartas donde pidan que Mario Valle, actual diputado orteguista, reembolse al seguro social los dos millones de dólares que recibió para él y el estafador de Tomás Borge Martínez.
Ya existe un proyecto de ley para beneficiar a la cabaretera de los bajos fondos de Lima, Perú, Marcela Pérez, viuda de Borge Martínez, para que ella y algunos de los hijos del antiguo Ministro del Interior, reciban una pensión vitalicia de 1 mil 500 dólares mensuales, cada una, procedentes del fondo de retiro de los trabajadores asegurados con el INSS. ¿Cuándo protestarán contra todos estos abusos los dirigentes de asociaciones de jubilados, los que reclaman pensiones reducidas, adultos mayores o es que todos ellos son cómplices de los saqueadores de los recursos del INSS?
Estos son, a grandes rasgos, los principales atributos de honestidad y moralidad de Tomás Borge Martínez. Fue un consumado genocida a escala industrial, un ladrón, un cobarde, un inmoral que violaba a las propias guerrilleras y luego las "ajusticiaba", como fue el caso de Claudia Chamorro. Finalmente, nunca fue un revolucionario, sino un gran "robolucionario", el que afirmaba que la propiedad privada era un robo, pero que al final, el robo se transformaba en propiedad privada.
En la lápida de su sepultura, teniendo como vecino a Carlos Fonseca Amador, con el que pretende reconciliarse después de denunciarlo a las patrullas de la Guardia Nacional de Nicaragua, puede dedicársele el siguiente epitafio:
Ninguna virtud adornó su vida
Pero ningún vicio le fue desconocido
Crímenes, robos y traiciones
Resumen su mediocre existencia.