Según las fuentes, el presunto intento de suicidio no tuvo consecuencias y Provenzano ni siquiera requirió ser hospitalizado.
El "capo" fue detenido en 2006 luego de permanecer por 43 años prófugo de la justicia.
Se encuentra encarcelado bajo el régimen especial conocido como 41 bis, que prevé el aislamiento, en la prisión de máxima seguridad de Parma, donde cumple varias condenas a cadena perpetua.
Considerado el "jefe de todos los jefes" de Cosa Nostra, Provenzano sufrió recientemente de cáncer en la próstata, padece de inicio del mal de Parkinson y de encefalitis, pero las pericias que se le hicieron establecieron que está en condiciones de participar en los procesos en su contra y "defenderse útilmente".
La abogada del mafioso, Rosalba Di Gregorio, cuestionó el hecho de que su cliente haya tenido una bolsa de plástico, cuando el régimen carcelario 41 bis (para mafiosos y terroristas) prevé que los prisioneros no tengan ningún objeto peligroso en su celda.
El mafioso asumió la máxima jefatura de la organización criminal desde sus diversos escondites tras el arresto, a inicios de los años 90, del otro "super capo", Salvatote "Totó" Riina, actualmente encarcelado.
Riina fue el principal autor de la estrategia terrorista con la que Cosa Nostra se enfrentó al Estado italiano, con atentados y homicidios de magistrados, policías y periodistas.
Según los expertos, tras la detención de Riina, Provenzano impuso la nueva estrategia de "invisibilidad", mediante la cual la mafia siciliana puso fin a la ola de violencia que sacudiò al país en los primeros años 90 y buscò pasar desapercibida.
Para algunos fue el propio Provenzano quien habría "vendido" a Riina a las fuerzas del orden.