El operativo policial se saldó con dos detenidos que se suman a los 18 arrestados la madrugada anterior, de los cuales 9 fueron liberados, según informó la policía, que acusa a los "indignados" de “resistencia a la autoridad”.
El desalojo tuvo lugar cerca de las 6 de la mañana después de un incidente “de orden público” entre un "indignado" y una persona ajena al movimiento.
La policía aprovechó para intervenir a raíz de la agresión que sufrió el manifestante, que recibió un corte en el cuello con un arma blanca, sin que se informara aún de su gravedad, según los medios españoles.
En Barcelona, en cambio, cerca de un centenar de personas pasaron la noche en la Plaza Cataluña por segundo día consecutivo sin que se registraran incidentes.
Las autoridades regionales de Cataluña, a diferencia de las Madrid, que no permiten acampar a los manifestantes, aseguraron que los "indignados" tienen permiso para ocupar la plaza hasta mañana, cuando se cumple exactamente un año de la irrupción del 15-M (15 de mayo) en la escena política.
En tanto, los "indignados" tienen previsto concentrarse este lunes por tercer día consecutivo en todo el país para seguir trabajando para construir una alternativa a la crisis y por verdadero cambio político, económico y social.
Tras la manifestación multitudinaria del sábado, coordinada a nivel global, que tuvo a la madrileña Puerta del Sol y Plaza Cataluña de Barcelona como símbolos, el 15-M perdió fuerza el domingo, cuando la actividad se centró en charlas y debates temáticos para exponer las iniciativas y proyectos desarrollados en este último año.
Los "indignados" también repudiaron el desalojo “brutal” que tuvo lugar en Sol, al igual que en otras plazas de España donde el gobierno del derechista Partido Popular (PP) aseguró que no va a tolerar que los manifestantes vuelvan a ocupar el espacio público de forma permanente como hace un año.