“Hay que reconocer que esto es una obra inacabada y que en esta primera etapa que se desarrolló como producto de la emergencia no podía pretenderse que se acabara en todos sus extremos, pero lo vamos hacer”, aseguró Chinchilla.
La Presidenta añadió que la construcción de la carretera 1856 se defiende por sí misma, pues es una obra que respondió con oportunidad y determinación a una seria amenaza a nuestra soberanía por parte de Nicaragua.
“Lo peor que puede hacer Costa Rica es condenar esta obra, esto sería claudicar en la defensa de nuestra soberanía, especialmente ahora que se confirman las intenciones del gobierno nicaragüense de construir un canal en la zona, con las eventuales consecuencias a los legítimos derechos de Costa Rica sobre la navegación en el Río San Juan. Abandonar esta obra sería además dejar abandonados a los habitantes de la zona fronteriza y renunciar a su progreso, pero creemos que los actos indebidos no deben quedar impunes”, aseguró la Presidenta.