disputa. Pero, ¿dónde es posible conseguir dinero para su construcción? Según cálculos de especialistas, se necesitan 18-20 millardos de $. ¡Varios presupuestos anuales de Nicaragua!
El país busca inversores. En América, en Europa. En 2008 Daniel Ortega analizó con Dmitri Medvédev el proyecto de marras. Rusia se mostró interesada, pero sobre una base del Derecho internacional y con la participación de otras naciones. En opinión de la dirigencia rusa, proyectos de tal índole ayudarán a conservar la seguridad en la zona del Caribe y en América Latina en su conjunto. Incluso en el mundo entero. Además, Rusia está dispuesta a construir centrales eléctricas en la parte central del país, proyectos congelados tras la desintegración de la URSS. Algunos medios de comunicación de Rusia escribieron por entonces que Medvedev prometió a Ortega la participación de Rusia en la construcción del canal en Nicaragua. Pero en las fuentes oficiales se dice tan solo del interés por dicho proyecto.
En general hay no un solo proyecto de canal sino seis. Cuál de las variantes escogerá la dirección nicaragüense lo dirá el futuro, tras la aprobación de la ley sobre su construcción. Por ahora se sabe una cosa: el canal será más largo que el de Panamá: doscientos ochenta y seis kilómetros, más profundo que este: veinticinco metros, y por el mismo podrán pasar buques de doscientos setenta mil toneladas de desplazamiento. Casi cuatro veces más que los barcos que pueden navegar por el canal de Panamá.
El deseo de Nicaragua de ser una potencia de transporte marítimo y uno de los principales puestos de trasbordo del mundo es bien comprensible. Primero, esto significa la obtención de inversiones, cuya cuantía superaría en decenas de veces el presupuesto nacional. Segundo, la creación de varias decenas de miles de plazas laborales., cosa de actualidad para un estado en el que el 45 % de la población se debate en la pobreza. Tercero, el Estado recibiría modernos puertos de los que carece Nicaragua. A pesar de que el 75 % de la exportación nicaragüense corresponde a Europa y al litoral oriental de EEUU, las cargas son expedidas desde puertos de los países vecinos: Honduras y Costa Rica.
Los especialistas rusos y occidentales valoran las perspectivas del proyecto de diversas maneras: positiva y escéptica. Los escépticos consideran que la modernización del canal de Panamá saldría mucho más barata: en 5-7 millardos de $.
El destino del proyecto nicaragüense dependerá en mucho justamente del grado de modernización del canal de Panamá. Y, fundamentalmente, de lo que digan los inversores sobre este particular. ¿Será el canal de Panamá menos atractivo para ellos? O bien, ¿la grandiosidad del proyecto del canal de Nicaragua inspirará a los financieros e ingenieros? Y esta arteria acuática no será vista por ellos tan solo como una empresa geográfica y económica irracional…