Campos, acompañado por otros dos pescadores, uno apellidado Herrera calderón y otro de apellidos Simpson Jiménez, así como un menor de apellidos Ugalde Castro.
Al solicitar la identificación de la nave, el capitán no portaba documentación alguna de la lancha, además de que fueron encontradas a bordo las citadas armas, con respecto a las cuales los tripulantes tampoco portaban documentos.
Posteriormente un vecino llegó con la documentación de la embarcación, por lo que al ser consultada la situación al fiscal de turno de Puntarenas, el funcionario judicial ordenó dejar en libertad a los ocupantes de la lancha “Cholo” y decomisar las armas para ser presentadas el lunes ante esa instancia judicial.
El período de veda, el cual se extiende desde el 1 de junio hasta el 31 de julio y se reanuda en octubre, pretende evitar la pesca de ejemplares adultos de diversas especies de peces y camarones mientras se encuentran en su período de reproducción o desove, lo que obliga al Guardacostas a redoblar la vigilancia en el Golfo de Nicoya.
Por tal razón, el comisario Martín Arias, director del Servicio Nacional de Guardacostas hizo un llamado a la población, especialmente a los pescadores artesanales, para que respeten esta medida.
Arias explicó que la veda no fue dictada por este cuerpo policial, el cual solo se encarga de hacerla cumplir, sino que obedece a todo un procedimiento de carácter científico y económico impulsado por autoridades del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA), que pretende garantizar la subsistencia de los mismos pescadores y las futuras generaciones.
La prohibición para actividades de pesca comprende un área que va desde Punta Torres hasta el Faro en la Isla Negritos, siguiendo por Punta Cuchillo hasta la desembocadura del Río Tempisque en Guanacaste, parte interna del Golfo de Nicoya.