Redacción.- Lo cierto es que los países del SICA decidieron aplazar la decisión sobre la readmisión de Honduras en el SICA hasta la cumbre que se celebrará el próximo 20 de julio en la capital de El Salvador, San Salvador, ante la ausencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que es uno de los más reticentes a reconocer el Gobierno hondureño de Porfirio Lobo.

Los miembros del SICA expulsaron al país centroamericano después del golpe de Estado del 28 de junio de 2009 que derrocó al entonces presidente, Manuel Zelaya, y situó en el poder a un gobierno interino. Las elecciones del 29 de noviembre dieron la victoria a Lobo, que, a pesar de ello, todavía no ha sido reconocido como presidente legítimo de Honduras por muchos países de la región que consideran que dichos comicios estaban auspiciados por el régimen 'de facto'.

En este contexto, Lobo acudía a esta cumbre del SICA con el objetivo de obtener un documento final en el que se le reconociera como miembro de pleno derecho del organismo para iniciar la normalización de las relaciones diplomáticas con el subcontinente, en lo que sería el paso previo a su reincorporación en la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que Honduras también fue expulsada.

"Es un anhelo que todos tenemos, y más los hondureños, de estar de nuevo en la familia centroamericana, y seguiremos luchando para que cada vez más los pueblos centroamericanos estén unidos", dijo Lobo este martes durante la sesión de apertura de la cumbre de Panamá.