"Que lo tengan claro los que piensan que con amenazas, los que piensan que con sanciones, de cualquier tipo, van a doblegar a este pueblo, este pueblo no va a renunciar a seguir luchando por su libertad, por su soberanía, la unidad centroamericana, la unidad latinoamericana, caribeña y la unidad de los pueblos del mundo#", reiteró el gobernante.

Una y otra vez repitió que "este pueblo no dejará de luchar por la paz" y "esto es lo que decimos a las potencias, que se inmiscuyen en nuestra política: Queremos buenas relaciones con todas las naciones del mundo, pero relaciones de respeto".

Explicó que "habrá puntos en los que vamos a coincidir y no vamos a coincidir, es la realidad del mundo actual" pero que "se equivocan quienes piensan que con bombas van a derrotar las ideas. Y entre más bombas lancen más derrotados serán por las ideas de los pueblos".

Buscó calmar a empresarios y pymes

Además del duro mensaje a Washington y a sus opositores, el presidente Daniel Ortega abordó un segundo tema de forma específica, la propuesta de reforma tributaria, con la evidente intención de calmar las preocupaciones que ha despertado.

Afirmó que "no habrá impuestos para los pobres" pero que deben encontrarse "puntos de equilibrio, que permitan fortalecer las capacidades productivas del país".

Descartó que las exoneraciones y subsidios vayan a ser quitadas aunque no dijo si desaparecerán en el largo plazo. Al contrario indicó que "hay que mantener el soporte de los estímulos, las exoneraciones no son más que un estímulo. Medidas proteccionistas que han usado y usan países desarrollados y que nos han prohibido usarlas", explicó.

También llevó calma a las zonas francas y algunas grandes empresas expresando que las generadoras de empleo no deben temer por las exoneraciones fiscales.

El gobernante no dio más detalles de la propuesta así como plazos para la discusión.