La publicación recuerda varios escándalos desatados en el país centroamericano por la difusión de imágenes de adolescentes sin ropas o en poses de contenido sexual, tomadas por ellos mismos en espacios privados, que terminaron siendo públicas.

Incluso, hubo al menos una condena relacionada con sexting, la cual recayó en un estudiante universitario que filmó con un celular a una menor de edad mientras se bañaba y luego distribuyó el video por Internet.

La práctica del sexting es mucho mayor de lo pensado hasta ahora, aseguran investigadores en un artículo publicado en el portal digital Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente, www.archpedi.jamanetwork.com/journal.aspx

Una encuesta practicada por esos profesionales entre mil adolescentes de siete colegios públicos de Texas, Estados Unidos, reveló que más del 28 por ciento de ese total de menores de edad suelen enviar por correo electrónico o mensajes vía celulares fotos en las cuales aparecen desnudos.

Alrededor del 57 por ciento recibió una solicitud para hacerlo y 31 por ciento pidió ese tipo de material a otra persona, añadió el estudio.