Gracias a la red de comunicación de la CNE, se alertó a todos los Comités Municipales de Emergencia de la costa pacífica, quienes pusieron en marcha los protocolos de activación.   A través de las redes sociales y los medios de comunicación se informó sobre la posible afectación; sin embargo, minutos después se descartó la posibilidad de tsunami a partir de información científica de organismos nacionales y centroamericanos.

En la reunión se propusieron tres puntos concretos para mejorar de forma continua los procesos de coordinación y atención de emergencias: el fortalecimiento de la investigación científica por parte de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional, la inversión en instrumentos para el monitoreo y la creación escenarios posibles de riesgo, y la educación continua para garantizar la respuesta anticipada de la población en una condición de riesgo.

Se enfatizó sobre la importancia de la utilización de las fuentes oficiales como único medio para garantizar una adecuada respuesta ante un evento de esta magnitud, ya que con el surgimiento de las redes sociales se presentan personas inescrupulosas que alarman a la población con enfoques erróneos.